71; Marry Me

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Jihoon se sentía muy decepcionado al ilusionarse de una idea que probablemente Seungcheol nunca había plantado en su cabeza, pero la noche había sido tan maravillosa y tan mágica, que creyó que ese sería el momento. No es que no le gustara lo atento que era su novio y lo romántico que se había vuelto últimamente en sus citas, haciendo especial cada instante, pero debía admitir que ya quería comprometerse.

Tal vez un compromiso no cambiaría nada, ellos seguirían amándose igual y de cualquier manera tendrían que esperar para poder anunciar su compromiso y su boda, pues Seungcheol aún no era presentado en sociedad, y aún no era el alfa que su padre esperaba que fuera. Pero él ya quería dar el siguiente paso en la relación, él quería presumir su anillo de compromiso y decir que era el omega más afortunado por comprometerse con el mejor alfa que podría existir.

De pronto salió de sus pensamientos al darse cuenta que el auto se había estacionado —creí que regresaríamos a tu departamento— dijo Jihoon al ver la entrada de su edificio.

—Sí, pero me olvidé de algo en tu casa. ¿Podrías ir por mí a buscarlo? No quiero que me vean entrando— mencionó al ver a sus dos amigo (Mingyu y Wonwoo) en la puerta del edificio.

—¿No puedes esperar a mañana? Le pediré a uno de mis asistentes que te lo traiga— lo miró con el ceño ligeramente fruncido.

—No, no, realmente lo necesito ahora, es importante— insistió Seungcheol.

Jihoon hizo una mueca de disgusto, pero cedió —¿qué es?

—Es un sobre amarillo, debe estar en la mesa del comedor, o en tu habitación.

—Bien— dijo de mala gana y bajó del auto.

Caminó con pesadez hacia el elevador, por alguna razón quería llorar, y el hecho de que Seungcheol lo mandara a su departamento por algo más importante que él, realmente lo estaba hiriendo. Se vio mucho mas frustrado cuando por alguna extraña razón el elevador comenzó a detenerse en cada piso sin que alguien estuviera al otro lado esperando por él, parecía una broma perfectamente elaborada para empeorar su humor.

Finalmente cuando el elevador se detuvo en su piso, salió y caminó hacia su departamento, abrió y cerró antes de encender las luces, dándose cuenta que no necesitaba encenderlas, pues el pasillo estaba iluminado por una tenue luz que salía de la estancia, de la cual provenía un exquisito aroma a canela.

Caminó hacia la estancia y vio la silueta de un hombre alto y fornido, tal como Seungcheol; éste dio la vuelta llevando otro ramo de rosas en sus manos. Sin decir nada, el omega se acercó con una gran sonrisa, pues la habitación estaba decorada con rosas y velas aromáticas que mantenían el lugar poco iluminado.

—¿Qué es todo esto?

—Es por nuestro aniversario de dos años— respondió Seungcheol entregándole el ramo.

—Nuestro aniversario es en cinco meses— quería cruzarse de brazos, pero ya tenía el ramo entre las manos, y las rosas olían realmente exquisitas, así que sólo pudo comentar con una amplia sonrisa.

—Bien, me atrapaste, no es por nuestro aniversario— bajó la cabeza con un poco de nerviosismo y luego dijo —en realidad... hay algo importante que tengo que preguntarte— mencionó haciendo que el corazón de Jihoon latiera con fuerza.

La sonrisa del omega se amplió y podía sentir su corazón querer salir de su pecho cuando vio al alfa arrodillándose, sacando una pequeña cajita de su bolsillo.

—Jihoon, ¿te casarías conmigo?

Los ojos del omega se iluminaron de felicidad y luego se humedecieron ligeramente al reconocer el precioso anillo que le pertenecía a su madre.

No lo pensó ni dos veces para asentir, dejó el ramo sobre el sofá a su lado para que el mayor le colocara el anillo en su dedo anular y una vez que estuvo en su sitio, Seungcheol se levantó, cargó al omega con una enorme sonrisa de felicidad y unió sus labios en medio de una ligera vuelta que dio. Jihoon hubiera reído a carcajadas, se sentía enormemente feliz y no dudó en seguir el ritmo del alfa cuando éste tornó más intenso el beso.

Lentamente comenzaron a sentirse acalorados, sintiendo que la ropa estaba sobrando, y que sólo querían acariciar sus cuerpos y rozar sus pieles con la del contrario, comenzando esa danza de amor que conocían perfectamente.

Seungcheol dejó que los pies del bajito tocaran el suelo y con cuidado y amor comenzó a desnudarlo, al tiempo que dejaba dulces besos en su piel. Hizo un suave recorrido por toda la piel, desde el cuello, hasta el pecho, estómago y vientre, bajando hasta llegar a los pantalones y deshacerse de ellos, despojando a Jihoon de cada prenda.

El omega sólo suspiraba y jadeaba con una enorme sonrisa en los labios, sintiéndose amado, feliz y protegido. Cuándo Seungcheol se separó de él, comenzó a desnudarse rápidamente, aunque recibió un poco de ayuda por parte del bajito, quien no iba a desaprovechar la oportunidad de tocarlo, y acariciar su cálida piel con amor.

En cuanto estuvieron completamente desnudos, volvieron a abrazarse, tomando sus labios en un nuevo beso lleno de amor, el cual los guió eventualmente al sofá. El alfa se sentó primero, dejando que el menor se sentara ahorcajadas sobre de él, meneando ligeramente su cuerpo para hacer que sus penes se rozaran y se estimularan.

Las feromonas de atracción y sexo invadían la habitación, combinándose con el exquisito aroma a canela, creando un ambiente romántico que los envolvió. El calor que las velas aromáticas estaban creando, los estaba haciendo sudar demasiado rápido.

No fue necesario esperar demasiado para iniciar con la penetración, y dado a que Jihoon había iniciado un tratamiento anticonceptivo hacia unos meses atrás, Seungcheol pudo alinear su pene y dejar que Jihoon se sentara sobre de él sin protección, como ya lo habían hecho en muchas occasion es pasadas.

El omega inició con pequeños movimientos, subiendo y bajando por la extensión en un suave movimiento que ambos estaban disfrutando; el mayor acariciaba la cálida piel de su ahora prometido, gimiendo y jadeando para él, haciéndole saber lo mucho que estaba disfrutándolo.

—Ah ah... ah agh ah ngh ah... —Jihoon no estaba siendo nada silencioso, como nunca lo era; los gemidos que salían de sus labios, chocaban directamente con los del alfa, pues sus frentes estaban unidas y sus labios estaban a escasos centímetros del contrario.

Poco a poco el ritmo fue aumentando, el omega cada vez era más rápido, y Seungcheol lo ayudaba ocasionalmente con el ritmo, embistiendo con fuerza o tomando su trasero para que lo moviera con más intensidad. Eventualmente el movimiento los llevó a recostarse completamente en el sofá, embistiendo con más fuerza y más rapidez para el placer de ambos.

Ah ah ngh ah... Seungcheol~ ah ah... t-te amo ah ah...— gimió el omega sin pudor.

Aquella últimas palabras entre gemidos, erizaron la piel del alfa, quien no dudó en contestar de la misma manera —ngh ah precioso ah... te amo mi amor ah... ah Jihoon~— gimió dando una fuerte y rápida estocada, provocando su orgasmo y anudando al omega.

Jihoon gimió más alto al sentir el nudo creciendo en su interior, y con un par de embestidas antes de que el nudo impidiera que se movieran, se corrió sobre el pecho de Seungcheol, gimiendo nuevamente su nombre.

Los dos suspiraron y respiraron pesadamente mientras se miraban con enormes sonrisas llenas de amor.

The Omega's Pet [JiCheol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora