The Omega's Pet [JiCheol]

75; Annoying

Para el domingo por la tarde, el celo de Jihoon aún no había desaparecido, pero sabía que no faltaban demasiadas horas para que finalmente terminara, así que le dijo a Seungcheol que para la noche podía regresar a los dormitorios en la universidad, así no seguiría perdiendo más tiempo con sus estudios.

Seungcheol quería quedarse hasta que el celo de Jihoon estuviera completamente satisfecho, pero no quería arriesgarse a reprobar algún examen y terminar con alguna nota baja luego de haber terminado la mayoría con un promedio alto, así que para evitar que el celo de su novio volviera cuando él ya no estuviera, puso demasiado empeño en esa última ronda.

Habían comenzado tranquilamente, enrollándose entre besos y caricias, hasta que lentamente fue intensificándose todo, así que ahora Seungcheol estaba recostado sobre la cama, con Jihoon montándolo de espaldas; el omega había comenzado a mover su trasero en un delicioso vaivén mientras tenía apoyadas las manos entre las piernas del mayor. El alfa alcanzaba a propinar algunas nalgadas, viendo cómo el glúteo se sacudía un poco más (a parte del movimiento que ya llevaba), así que eso lo incitaba a aumentar mucho más el ritmo.

En un rápido movimiento cuando la excitación lo invadió, el alfa hizo que el contrario recostara su espalda sobre su pecho, tomó sus muslos separando las piernas y haciendo una V abierta, y comenzó a embestirlo con fuerza. Sus pieles chocaban sonoramente, sus fluidos se mezclaban y de sus labios no paraban de salir gemidos, sobre todo ahora que el ritmo se había vuelto intenso y rápido.

—Ah ah ah... alfa ah sí ahh ngh ah ah— gemía Jihoon con descontrol, amando lo intenso y placentero que estaba siendo todo.

—Eres todo mío mgh~— gruñó contra su oído, alcanzando a tomar su oreja con una suave mordida, pero sin durar demasiado, pues quería tomar su cuello y rehacer una vez más aquella marca que los unía.

Un par de embestidas más y esta vez Seungcheol se corrió en el interior del omega, permitiéndole al menor calmar su celo y sentirse lleno de cachorros, como tanto ansiaba el omega de Jihoon. Cuando el nudo creció en su interior, el semen del bajito salió disparado directo al aire y cayendo sobre su abdomen, consiguiendo un espléndido orgasmo.

Seungcheol bajó las piernas de su amado, permitiéndole relajarse y tranquilizar su respiración, mientras masajeaba un poco la piel de donde alcanzara a tocar, sobre todo sus piernas, muslos y caderas, haciendo que en poco tiempo el omega cayera rendido al sueño.

—Dulces sueños precioso— alcanzó a murmurar cuando Jihoon estaba adormilado.

El alfa dejó que continuara durmiendo, sabía que ya no despertaría hasta la mañana siguiente, pues durante todo el fin de semana la habían pasado ocupados, con pequeños descansos que no eran suficientes para que realmente repusieran sus energías. No estaba muy seguro de si marcharse o quedarse durante la noche e irse temprano por la mañana, pues necesitaba dar un último repaso antes de su examen de la mañana, pero prefirió quedarse acurrucado junto a su prometido, así que pronto también cayó rendido ante el sueño.

A la mañana siguiente ambos despertaron muy temprano, desayunaron juntos, y ya que el celo de Jihoon se había esfumado, se preparó para ir a trabajar. Durante la mañana, el omega tuvo que explicarle a sus amigos lo que había pasado con su alfa, y la razón por la que habían "terminado", pues los dejó con la incertidumbre todo el fin de semana.

—Tremendo susto que nos has dado Jihoon, realmente creímos que todo había terminado— comentó Joshua a través de la línea; en Seúl ya era de noche, mientras que en Asheville el día apenas estaba comenzando.

—¿De verdad creen que mi relación con Seungcheol podría terminar?— de pronto se cuestionó, porque aunque el viernes había querido terminar la relación, realmente no le veía un fin a su vida junto a Seungcheol.