The Omega's Pet [JiCheol]

77; The Exam

El día del examen había llegado, Seungcheol estaba demasiado nervioso, tanto que ni siquiera pudo desayunar a gusto el exquisito omelet que Jihoon le había preparado. Sin embargo el omega sabía que le daría hambre poco antes de entrar a la prueba, así que preparó la comida con mucho amor y lo envolvió para llevar.

Para ese día Jihoon había pedido permiso para faltar, el ingreso al examen era una hora después de la hora en la que el omega entraba al trabajo, y además los estudiantes tenían algunos descansos entre las largas horas de aplicación, así que él quería estar junto a su prometido apoyándolo en cada momento.

La verdad era que Seungcheol había estado nervioso por nada, en cuanto comenzó el examen y leyó el primer reactivo, supo que tenía todas las respuestas en su cabeza, solo necesitaba analizar con tranquilidad lo que el texto decía y la respuesta era clara. Aunque por supuesto, hubieron algunas preguntas que simplemente no recordó o que no tenía la menor idea de cuál era la respuesta correcta por lo confusas y muy parecidas que eran, así terminaba respondiendo algunas pocas preguntas de manera aleatoria.

Fue un día largo y pesado para Seungcheol, pero en cuanto terminó, fue recibido por un gran abrazo de su novio, quien le dio un gran beso de ánimo y apoyo, así que eso lo hizo sentir tranquilo. Ambos regresaron a casa, el alfa finalmente podía regresar a vivir con su novio, y no iba a esperar ni un segundo más para estar en la comodidad de su casa.

Ese espacioso departamento se había vuelto su nido de amor, y su cómplice en cada aventura en ese país, pero a Jihoon no le gustaba del todo; él prefería la residencia en la que vivía en Corea, ya que ahí tenía la servidumbre que limpiaba su hogar y que le preparaba sus alimentos, y aunque en este lugar también habían contratado a alguien que les ayudara en casa, Jihoon debía hacer la mayor parte de las cosas que en Corea no hacía.

Además, sus amigos y familias se encontraban ahí, y los extrañaban demasiado, así que no iban a tardar demasiado viviendo en el otro lado del mundo.

Seungcheol continuó asistiendo a clases dos semanas más, ya había entregado sus proyectos y había presentados sus exámenes, así que solo continuó yendo por algunas pocas materias en la que los proyectos debían ser presentados ante los demás alumnos y profesor.

El miércoles por la tarde de la última semana de clases, Seungcheol estaba en la cafetería cuando Chan llegó corriendo con su portátil, estaba muy emocionado y llegó gritando —¡ya están, ya están!

Seungcheol no comprendió, pero en cuanto la computadora fue puesta enfrente de él y vio la página en la que su compañero estaba, se puso nervios —¡vamos, vamos! Busca nuestras matrículas.

Ambos revisaron en sus teléfonos la matrícula que les habían asignado para el examen y en cuanto los tuvieron, buscaron los resultados en la página oficial de la universidad.

—¡Sí! ¡Obtuve un sobresaliente!— escucharon a alguien decir en una mesa cercana y eso los colocó más nerviosos.

Chan revisó primero su matrícula, en dos clasificaciones obtuvo un suficiente, mientras que en las otras dos obtuvo un sobre saliente —¡lo conseguí! ¡Aprobé, aprobé! ¡Aah!— gritó con emoción y se levantó de su asiento para brincar con emoción.

Seungcheol aprovechó que su amigo estaba vitoreándose para revisar sus resultados, a diferencia de su amigo, él obtuvo 3 sobre salientes y un suficiente, lo que era mejor que nada y lo único que le interesaba en ese momento era aprobar el examen —¡aah si! Un peso menos de encima— expresó con alivio, sintiendo que finalmente su cuerpo dejaba de estar tenso. Tomó su teléfono para llamarle a su novio, pero tuvo una mejor idea —me voy Chan, iré a darle la noticia a Jihoon.

—¿No entrarás a la siguiente clase?— preguntó calmándose finalmente de la alegría que sentía.

—No, ya aprobé mi examen, y nada más es para escuchar la despedida de la profesora. Me voy a festejar con mi prometido— dijo y tomó sus cosas para irse lo más rápido que podía hasta Biltmore.

Al llegar a la gran casona, ingresó por la parte de los empleados, la recepcionista y los guardias de seguridad ya lo conocían, así que solo tuvo que registrar su entrada como invitado y recibió una tarjeta que le daba acceso a ciertas áreas que los turistas no tenían permitido, pero tampoco a todas las áreas a las que los empleados accesaban.

Jihoon estaba en su oficina, planificando las exposiciones que se tendrían para el siguiente mes, estaba tan concentrado que ni siquiera notó que un alfa de gran presencia y alegría desbordante entró a las oficinas. Pete miró al alfa (como muchos otros en el lugar), jamás lo había visto, pero suponía que era alguien especial por el pase que llevaba colgado en el cuello, sin imaginar que iba directo al escritorio de Jihoon.

—Disculpe, tiene un momento para atenderme— pidió Seungcheol con voz grave al llegar al escritorio de su novio.

Jihoon levantó ligeramente la mirada y sonrió —claro, ¿en qué puedo ayudarlo?— dijo poniendo toda su atención en él.

—Es de mi agrado informarle que aprobé mis exámenes con sobresaliente y que necesito mi recompensa.

El omega se sorprendió por las palabras de su prometido, había olvidado por completo que ese día salían los resultados. Sin esperar a nada, se levantó de su asiento, rodeó el escritorio y se lanzó a los brazos de Seungcheol para festejar con él; el alfa terminó cargándolo, o al menos haciendo que los pies del bajito se despegaran del suelo.

—¡Oh mi amor, que alegría! Estoy muy orgulloso de ti— dijo con una gran sonrisa y unió sus labios en un dulce beso.

Para todos en la oficina era normal ver a Jihoon muy cariñoso con su alfa (sin llegar a ser demasiado), así que el que estuviera abrazándolo y besándolo de esa manera tranquila, no era nada nuevo, pero sí para cierto alfa que se enfadó demasiado, comprendiendo apenas que las palabras de Jihoon sobre estar comprometido eran reales.

—En la noche voy a darte tu recompensa: un pay de limón— agregó después de una breve pausa, riendo con travesura.

Seungcheol sonrió y susurró en su oído —¿tu serás el pay? Porque me encantará comerte.

Jihoon rió a carcajadas —posiblemente— unió sus labios una vez más y se separó del alfa —¿qué harás hoy? ¿Te quedas un rato? En una hora es mi comida— dijo mirando el reloj de su muñeca.

—Sí, me quedo; te acompaño a comer y veré si me da tiempo de llegar a mi última clase, sino tomaré un recorrido y te esperaré a que salgas— habló tomando asiento frente al escrito de Jihoon.

—Esta bien, ¡ay estoy muy feliz por ti, mi amor!— expresó regresando a su lugar y continuando su trabajo, escuchando a su alfa hablar y mirándolo ocasionalmente.

—Yo también, de verdad pensé que no lo pasaría, que iba a colocarme nervioso y a olvidar todo, pero no fue así. Ahora solo falta que me entreguen mi papel del servicio, y concluir el ciclo para comenzar a tramitar mi título— comentaba mientras manoseaba los adornos en la mesa de Jihoon y miraba al bajito —quizás lo obtenga hasta el siguiente ciclo, la administración saldrá de vacaciones y no me tramitarán mis constancias, así que lo tomaré con calma.

—Sí, está bien. Podemos regresar a Corea para las vacaciones y al regresar ves tu titulación, y yo comienzo a tramitar mi renuncia.

—¿De verdad quieres dejar tu trabajo aquí? Pensé que lo amabas.

—Y lo hago, pero extraño a mis amigos y a mi papá, y me siento más cómodo ahí. Además— comentó y miró a Seungcheol a los ojos —ya tenemos que ver los preparativos de la boda y tú comenzarás a trabajar con mi padre, así que estaremos mejor ahí.

Seungcheol sonrió por aquellos planes de boda y asintió —tienes razón, ya quiero comenzar a llamarte señor Choi.

Jihoon sonrió ampliamente y asintió.