06: Mal gusto y no soy tan idiota

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War miró desganando la rebanada de pizza que tenía en la mano antes de volver a dejarla adentro de la caja.

—Será mejor que me vaya —les dijo a los otros dos.

Habían estado en silencio todo ese tiempo y para ser sincero solo había estado esperando a que Khao regresara, pero dudaba mucho que lo hiciera y más teniendo a ese tipo junto a él. No pudo evitar apretar un poco los puños sintiéndose un completo inútil, sin mencionar el hecho de que poco le había faltado para insultarlo.

“¿Qué demonios le pasaba?”

Aunque una parte de él no se sorprendía por su comportamiento, en alguna de las ocasiones donde lo había visto con Khao, ya había notado sus cambios de humor tan repentinos. Siendo sincero, el azabache parecía un niño pequeño que armaba rabietas cada vez que algo le salía mal, pero en el cuerpo de un joven de 1.80 como mínimo. Poco le había faltado para mandarlo a callar pero no quería causarle problemas a Khao con sus compañeros.

Sonrió sin ánimos al pensar en que seguramente se pondría de parte de First y no de él, terminaría perdiendo cuando apenas y se había atrevido a hablarle.

—Que bien, ya me quería dormir —se despidió Ta con una sonrisa amistosa en los labios, el tipo era sincero y War se había dado cuenta que decía las cosas sin pensar en que podría lastimar a la gente, por lo que no podía tomarse mal aquello. —Supongo que nos vemos luego —dijo levantándose del piso tomando dos rebanadas de pizza antes de entrar a una de las habitaciones.

—Te agradezco que lo hayas traído —se acercó Barcode rascándose la cabeza y moviendo un poco su cabellera, acompañándolo a la puerta.

—No tienes por qué hacerlo, hubiera ayudado a cualquiera —le sonrió un poco.

Barcode lo miró sorprendido antes de entrecerrar un poco los ojos sonriendo malditamente.

—Me alegra, creí que también serias competencia —y le cerró la puerta en la cara dejándolo con la boca abierta y sin saber que decir.

“¿Eso significaba que le gustaba Khao? ¿A eso se refería?” se iba preguntando una y otra vez recordando la forma en la que le sonrió con esa mirada burlona, como asumiendo que no era amenaza.

—Qué hijo de puta tan engreído —maldijo antes de patear un bote de basura que estaba afuera del edificio, vaciando todo el contenido y siguiendo su camino, ni siquiera le hacía falta comprobar la hora para saber que en unas cuantas horas amanecería, lo mejor era ir por su auto. —Espero que todavía siga donde lo deje —murmuró. No era la primera vez que se lo robaban.


—Tu puto teléfono está sonando otra vez —dijo First, que por alguna extraña razón no había regresado aún a su habitación y Khao estaba demasiado cansado psicológica y físicamente como para volver a insistirle en que se fuera

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—Tu puto teléfono está sonando otra vez —dijo First, que por alguna extraña razón no había regresado aún a su habitación y Khao estaba demasiado cansado psicológica y físicamente como para volver a insistirle en que se fuera.

Aún estaban acostados de aquella manera en la cama, pero ahora el azabache estaba acostado boca abajo, Khao se preguntaba cómo era capaz de dormir de aquella manera o si lo estaba haciendo, aunque su voz sonaba un poco pesada.

—Ignóralo —bufó dándole la espalda. No quería contestar, no quería volver a escuchar a esos tipos extraños, o en el peor caso, a aquel pervertido que no pronunciaba ninguna palabra.

—Pero ese timbre es horrible —le gruñó moviéndolo un poco con su mano, como incitándolo a que se levantara para que contestara—, tienes mal gusto.

Esa era la canción favorita de Khao.

—Lo sé —dijo aquello en un tono divertido antes de reírse un poco, por lo cual First lo miró extraño al no saber porque lo hacía.

—¿Creen que vaya? —preguntó Ta en cuanto entró a la cocina, se sirvió un poco de cereal en una taza pues todos los platos estaban sucios ya que nadie había limpiado el día anterior

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—¿Creen que vaya? —preguntó Ta en cuanto entró a la cocina, se sirvió un poco de cereal en una taza pues todos los platos estaban sucios ya que nadie había limpiado el día anterior.

—No lo sé —se encogió de hombros Barcode—. Ayer no salió de su habitación en todo el día…

—Si no quiere ir que no vaya —solucionó First, quien por alguna razón desconocida estaba tranquilo.

Se quedaron callados al ver a Khao entrar.

—¿Podrían dejar de hacer eso? —les pidió molesto antes de servirse también cereal, bufando al ver que no había más leche. —Es obvio que antes se mantenían cuchicheando sobre mí —los señaló con su cuchara antes de empezar a comer el cereal seco.

Ta no pudo evitar sonreír un poco para luego vaciar un poco de su leche en su plato, lo cual había sido algo extraño, pero aun así no la rechazó.

—Gracias. Y ya no es necesario, ¿sí? O por lo menos díganme que es lo que todos dicen a mis espaldas —los miró serio.

—No creo que sea necesario que lo sepas, Khao, simplemente ignóralos —le dijo Barcode.

—No le sirvió de mucho ignorar lo que pasaba… —le dijo First aún en aquel tono tranquilo.

—Quiero saberlo y ustedes me lo dirán —les demandó—. Me lo deben por dejarme solo el otro día.

—¡Ya! Bueno… que eres algo así como una puta —le dijo Ta tratando de suavizar un poco las cosas—. ¿Seguro que quieres saber?

—Ta, dímelo de una vez.

—Bueno —el rubio castaño desvió un poco la vista, golpeándole un pie a Barcode bajo la mesa esperando a que lo ayudara, pero a cambio solo recibió una fuerte patada y una mirada asesina de First.

—¡Me has atinado a mí, pedazo de imbécil! —gruñó levantándose.

—¡Yo no te di tan fuerte! —le gritó sobándose la pierna, seguro y le salía un morado.

—Básicamente en que no te importaba con quien te acuestes y tampoco en como lo hicieran —dijo Barcode mirando a Khao un poco incómodo—. Algo sobre que te gustaban las fantasías de ser violado —se notaba que el castaño se incomodaba al decirle todo aquello pero Ta no quería decírselo así que prefirió quedarse callado.

—Qué ironía —Khao sonrió un poco bajando la mirada.

—Más que nada rumores obviamente, algunos dicen que conocen a no sé quién que ha estado contigo, que escucharon que no sé quién te hizo aquello. No he escuchado a nadie decir que lo ha hecho contigo, solamente que conocen a alguien que sí.

—Excepto Film, la tipa esa de informática —Ta le dijo a Barcode mientras Khao desviaba la vista. —También dicen que se los dejaste gratis a algunos porque te gustó como lo hacían —señaló después.

—En pocas palabras, que soy una puta muy solicitada —dijo Khao.

—Una puta bien pagada —corrigió First bajo el marco de la puerta. —Me adelantare —les avisó—. Vamos a regresar juntos. Khao, me esperas en la salida —le informó antes de irse.

—Y a nosotros que nos den por culo —le dijo Ta a Barcode, quien solo se encogió de hombros.

—No es como que necesite protección o algo así —murmuró Khao mirando por donde se había ido el azabache.

—Somos amigos —respondió Ta, ganándose una mirada escéptica de parte del rubio platinado, dejándolo un poco incómodo. —Bueno, sé que fuimos un poco idiotas…

—Bastante diría yo.

—Bueno, lo fuimos bastante —aceptó de mala gana—, pero era imposible no creerlo. Todos decían lo mismo… —bajo la vista escuchando a Barcode levantarse e irse de la cocina sin decir una palabra.

—Perdóname, ¿sí? quiero demostrarte que no soy tan idiota, algo bocaza, pero no soy tan malo —le sonrió.

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