Soy Khao, me gusta el sexo y me gusta cumplir todo tipo de fantasías, estoy disponible todo el tiempo.
¿Orgías? ¿Tríos? Me apunto. ¿Eres mujer, eres hombre? Lo que sea, me gusta de todo; altas, pequeñas, con tetas enormes, tetas pequeñas, morenas, r...
—Empezare a creer que en realidad si fumas... —le dijo Barcode a First sentándose a su lado, el azabache estaba cómodamente recargado en una de las bardas que rodeaban el estacionamiento de la universidad aprovechando que había sombra.
—Me trae recuerdos —le contestó dejando caer el cigarrillo al suelo antes de pisarlo—. Y no lo hare, no me gusta como huele ni como sabe —agregó después refiriéndose a lo que había dicho. —¿Qué es lo que haces aquí? —preguntó mirándolo de reojo.
—Le pregunté a Ta si te había visto y me dijo que no —respondió el castaño mirándolo fijamente con aquella expresión neutra—. ¿Por qué te has saltado la clase?
—Siempre lo hago —dijo First sincero—. No voy a reprobar si es lo que te preocupa. Aunque no soy yo quien se preocupa por las faltas aquí... —agregó solo por molestar.
—Una falta no me hará nada —dijo enseguida Barcode porque le había molestado aquello—. Y... ¿cómo vas con Khao? —preguntó minutos después de manera casual.
—Si me estas preguntando si ya he tenido sexo con él, la respuesta es no —respondió el azabache de manera directa. —¿Y tú ya follaste con Ta, o Jeff lo hará primero? —Barcode abrió los ojos sorprendido al escucharlo decir aquello—. No me preguntes como es que lo sé, era obvio...
—¿Por qué aun no lo has hecho con Khao? —preguntó ignorando lo pasado—, ¿te rechazo? Te conozco lo suficiente como para saber que ya debes de estarte volviendo loco por hacerlo con él.
—¿Celoso? —preguntó First de manera maldita—, estas demasiado preocupado por mi vida sexual... ¿acaso quieres repetir?
—Jodete.
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Me levanté de la cama en cuanto terminamos pues había visto el reloj de mesa del castaño y ya eran las 3 de la mañana.
—Me voy, Apo no debe tardar en llegar —le dije mientras me vestía.
—¿Disculpa? —preguntó Barcode incorporándose en el colchón—. Me gusta Jeff —se sinceró seguidamente mirándome con el ceño fruncido. Me giré a verlo pues ya estaba subiéndome al marco de la ventana.
—Lo sé —le dije antes de sonreír de manera maldita—. Interesante. Acabas de decirme eso porque esperabas una escena de celos, ¿quieres que te diga que te alejes de Jeff o qué no te le acerques porque me gustas? —le pregunté mirándolo fijamente notando como su rostro se iba sonrojando.
—¿Por qué aceptaste hacer esto entonces? —me preguntó ignorando lo demás y mirándome serio, sabía que estaba dolido pero siendo sincero... no me importaba.
—Porque tú me lo pediste —le dije encogiéndome de hombros. Apretó los puños.
—O sea que si te digo que te avientes de cabeza lo harás, ¿eh? —dijo molesto.
