27: Antes del problema

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War suspiró profundamente, otra vez, estaba sentado sobre la mesa con los pies en la banca y los codos recargados en las rodillas, el cigarro colgando de los labios como si pesara una tonelada. De alguna manera miraba el cielo entre su cabello negro disparejo sin moverse demasiado para que la ceniza cayera al piso y no nuevamente sobre su ropa.

—¿Dónde puedo encontrar a Khao?

Frunció el ceño de inmediato. Se sorprendió un poco al no encontrar a Zee junto a ese tipo que claramente también pertenecía al equipo. "¿Por qué mierda me preguntas a mí? ¿Por qué debería saberlo?" supuso que entendió su silencio pues se rasco incómodo la nuca mientras desviaba la mirada.

—Es que te he visto junto a él, creí eran amigos... no quería molestarte... —dijo más incómodo aun al no recibir ni una palabra de parte del pelinegro más que un ceño fruncido.

—En todo caso de que supiera donde está, ¿Por qué debería decirte? —le preguntó un tanto indiferente, el descanso había acabado hace poco "¿Por qué este tipo no estaba en clases? ¿Era uno de los supuesto clientes de Khao?"

—Es algo personal —desvió nuevamente la mirada.

—No le interesa lo que sea que vayas a proponerle, ¿entiendes? —War se levantó de la mesa poniéndose a su lado para luego mirar molesto la ceniza que había caído en una de sus rodillas, tiró el cigarro al piso después de apagarlo con la lengua y el tipo hizo un gesto extraño al ver lo que hacía, al pelinegro le pareció gracioso.

—¿Eh? —dejo de mirar su boca seguramente apenas entendiendo lo que acababa de decirle—. No voy a proponerle una mierda, solo tengo que hablar con él —dijo molestó antes de darse media vuelta. —Gracias por nada —refunfuño.

—De nada, Nunew —murmuró War, aunque sabía que él logro escucharlo.

Caminó hacia el frente dispuesto a irse, había despertado con dolor de cabeza y no había tenido buen humor en toda la mañana, sin mencionar que no había podido encontrar al rubio y eso empeoraba la situación.

Se detuvo en seco cuando los vio. Barcode llevaba a Ta con un brazo sobre sus hombros protectoramente, seguido de Khao, del detective que estaba hablando con el rostro demasiado serio por el celular y First, que se detuvo antes de subir al auto mirando hacia su dirección. No, mirándolo fijamente con esos ojos amarillos tan jodidamente penetrantes y una sonrisa amistosa en los labios que solo le provocaba escalofríos, pues sabía que de amistosa no tenía nada, aunque el gesto se viera tan real. Se distrajo un momento cuando su celular sonó.

—¿Diga? —contestó sin mirar el número.

—Ah... War... —se tensó al escuchar a Mark.

—¿Qué pasa? —en realidad quería preguntar "¿Qué hiciste?" pero se mordió la lengua. Estaban tratando de llevarse mejor desde aquella discusión y acusarlo de algo no era un buen paso definitivamente.

—¿Puedes venir...? —se quedó callado un momento y el pelinegro escuchó un murmullo del otro lado, no entendió que decían pero la voz de su hermano se tensó un poco—. Estoy en la escuela y...

—Voy para allá, ¿ok? —y le colgó rezando porque no la hubiera cagado otra vez.

Entraron en el departamento en completo silencio que al parecer nadie quería romper

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Entraron en el departamento en completo silencio que al parecer nadie quería romper.

Barcode y Ta se habían dejado caer en el sofá después de empujar el montón de cosas que lo ocupaban mientras que First revisaba una caja de pizza que estaba en el piso y seguidamente escogiendo uno de los pedazos, pero Khao se lo quitó antes de que llegara a su boca.

—No seas cerdo —le riñó logrando que el azabache lo mirara con el ceño fruncido.

—Tengo hambre y aquí no hay una mierda. Si no te gusta que coma eso compra algo —refunfuñó quitándole la rebanaba otra vez, mirándolo desafiante.

—Eres tú el que tiene hambre. Y si no hay nada, tan fácil como ir a comprar algo —le retó quitándole la rebanada otra vez, arrojándola dentro de la caja nuevamente y llevándosela a la cocina donde la echo en una bolsa negra para la basura, ni siquiera se molestó en mirar el bote pues era obvio que estaba lleno hasta el tope así que empezó a llenar aquella bolsa con toda la basura que iba encontrando.

—Serás idiota, esa pizza aun servía —se quejó el azabache desde el marco de la puerta, mirando lo que hacía.

—En lugar de solo mirar deberías ayudarme a limpiar, esto es un asco...

First negó infantilmente y se giró obviamente huyendo de la limpieza.

—Dejen lo que sea que estén haciendo y vengan —les dijo Jeff quien había dejado su celular por fin. Khao dejo la bolsa en el piso antes de ir a la sala—. ¿Podrías dejar de comportarte como un crío y venir de una vez, First? —el rubio platinado frunció el ceño, no le gusto como le había hablado el detective.

—Vete a la mierda, puto inútil —abrió la puerta de su habitación encarándolo.

El ambiente ya era lo suficientemente incómodo para todos pero al parecer podían hacerlo aún más.

—First...

Khao notó como el cuerpo de Jeff se tensó, cuadro los hombros y se le notaban las venas del cuello mientras que First le miraba sin expresión alguna como si no acabara de insultarlo.

El rubio platinado los interrumpió antes de que se mataran a golpes o algo.

—Tengo que ir al aeropuerto —dijo y se ganó la atención de todos.

—No —habló Jeff enseguida.

—¿Por qué? —preguntaron First y Khao al mismo tiempo, el rubio suspiró poniendo las manos en su cintura.

—En primera. Tú —señaló a Jeff—, no eres quien para decirme que puedo y no hacer. Segunda —señaló a First, quien levantó una ceja—, no tengo porque contestarte —y luego le sonrió—. Te invitaría a ir conmigo pero voy a ir por Mark y no cabemos en la moto.

—Voy contigo y él que venga caminando —solucionó enseguida el azabache haciendo a Khao sonreír.

—First, no puedo hacer eso —negó con la cabeza.

—Que se venga en taxi y sirve que buscamos algo para comer. Tú pagas —dijo con todo el morro del mundo sacando las llaves del rubio de su bolsillo trasero.

—No sirve de nada preguntarte como las conseguiste, ¿verdad? —y él solo se encogió de hombros. —Vamos en taxi —solucionó, aunque a Mark no le gustaría pues le gustaba pasear en moto.

—No puedes salir por el momento, Khao, es... —intentó hablar Jeff nuevamente, pero ahora fue First quien lo interrumpió.

—Va a ir por su hermano menor, vendrán enseguida... —y solo así el detective aceptó después de suspirar profundamente.

—Te quiero aquí enseguida, ¿escuchaste? —le dijo seriamente a Khao, y antes de poder contestarle el azabache lo empujó hacia la salida mostrándole el dedo medio a Jeff.

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