13: Presentaciones y doble cara

122 17 3
                                    

Khao sonrió sin poder evitarlo cuando escuchó la campana sonar, anunciando que la última clase había terminado. Iría al departamento, recogería su mochila y pediría un taxi a la estación de autobuses para ir a su casa, tenía ganas de ver a sus padres y a su hermano.

—¿Podemos hablar? —apartó el brazo en cuanto reconoció esa voz. Volteó a mirarlo serio sin poder evitarlo, aunque fingiera que todo estaba bien, una parte dentro de él quería matar al rubio que estaba frente suyo por lo que había hecho, puede que también sus amigos hubieran abusado de él, pero al único culpable lo tenía enfrente.

—No tengo nada que hablar contigo, Zee —le dijo empezando a caminar hacia la biblioteca, buscaría unos libros antes de irse.

—Anda, no voy a quitarte mucho tiempo —insistió siguiéndolo.

—Deja de perseguirme —le pidió sin voltear a verlo, siguiendo su camino ya sin prestarle atención. Llegó a la biblioteca y empezó a ver los estantes buscando algo interesante.

—¿Hice algo para que estés enojado conmigo? —Khao se giró a verlo incrédulo.

—¿Qué si has hecho algo para que este enojado? —preguntó como si fuese algo sumamente estúpido, pues lo era—. ¿Cómo te atreves a preguntarme eso? —le dijo sorprendido—, ¿después de lo que me hicieron todavía te atreves a preguntarme por qué estoy enojado? —le gruñó molesto con la mandíbula marcada y el ceño fruncido.

—¿Te refieres a la droga de la bebida? —preguntó confuso, haciendo que Khao se riera casi de forma histérica, "¿en serio solo pregunta por la droga?" claro, para ellos no había sido ninguna violación, para nadie lo seria.

—Déjame en paz, ¿sí? No va a repetirse lo de aquella noche, así que dile a todos tus amigos que dejen de molestarme. Ya no estoy interesado en acostarme con nadie —dijo con cierto odio lo último pues parecía que aceptaba ser una puta. ¿Pero de que otra forma le creerían? Solo quería que lo dejaran en paz y ya.

—¿Por qué? —preguntó Zee con un tono extraño en la voz—. ¿Tienes algo serio con alguien? —su rostro se veía algo acojonado.

Khao lo miro extrañado, "¿Por qué tenía esa expresión?" Iba a contestarle cuando el teléfono de Zee empezó a sonar y se fue sin decir nada.

Khao suspiró saliendo de la biblioteca, al final no había sacado ningún libro.

—No te vi en el descanso —se detuvo al escuchar a War, quien estaba fumando como siempre.

—Estuve ocupado en uno de los laboratorios —contestó con una ligera sonrisa en los labios. —¿Qué haces aun aquí? ¿Esperas a alguien? —le preguntó mirando a su alrededor.

—Tal vez... —murmuró el pelinegro mirándolo antes de desviar la vista otra vez. —¿Quién...?

—¡War! —gritó una copia del chico gótico, pero no era exacta, pues su cabello era castaño rojizo y no iba de negro—. Me perdí en cuanto llegué, no sabía que tu escuela fuera tan grande.

—¿Qué haces aquí? Se suponía que ibas a buscar información sobre alguna escuela para poder graduarte, no creas que porque vas a vivir conmigo vas a dejar de estudiar —le reprendió War.

Para Khao fue obvio que eran familiares.

—Eso estuve haciendo, pero tengo hambre y dijiste que salías a esta hora —se encogió de hombros el pelirrojo. War se volvió a ver a Khao, como recordando que estaba allí también.

—¡Oh! Mark, te presento a Khao. Khao, él es Mark, mi hermano menor —los presentó, el pelirrojo por primera vez miro al rubio y se quedó con la vista pegada a él.

InocentesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora