Inocentes

Final 4

—¡Sigues consiente! Supongo que has pasado la prueba —le dijo Neo a Khao nada más se paró frente a él, el azabache chasqueo la lengua mirándolo molesto.

—¿Qué prueba? —preguntó el rubio lentamente. First vio el momento justo cuando Khao se tensó, los ojos amarillos de Neo lo miraron enseguida antes de desviar la vista.

—¿Soy idiota por hablar demasiado o lo eres tú por no decirle nada? —bufó el mayor apartándose el cabello de la frente—, y déjame decirte que me gusta más la segunda opción.

—¿Qué prueba First? —insistió Khao.

Apo suspiró pesadamente antes de darle un golpe en la nuca a Neo.

—Ve a buscar a New, anda —lo largó sin ponerle mucha atención—. No voy a decirte que no te asustes —le dijo directamente a Khao—, pues obviamente eso te asustaría más de lo que ya estas.

First sintió los ojos negros del rubio atravesarlo pidiendo explicaciones, pero simplemente sus labios estaban sellados.

—¿Por qué no entramos? Por lo menos estaremos más cómodos adentro —intervino Bible mirando a Khao con tranquilidad.

—Y una mierda, quiero saber de qué mierda están hablando ahora —exigió. First levantó la vista por fin y Khao retrocedió cuando tuvo la intención de darle la mano, su ceño se frunció sin poder evitarlo.

—Los esperamos adentro —le dijo Apo a su hermano dándole una mirada significativa.

—Me tienes miedo —espetó el azabache una vez que los dejaron solos. El rubio se había cruzado de brazos, con aquella postura quería dar una imagen de fortaleza aunque se podía notar cómo sus hombros temblaban.

—Dime a que prueba se refiere, First —dijo serio aun tratando de sonar firme—, no te... tengo miedo —agregó después.

—No pareces convencido —le respondió First mirándolo fijamente, observando cada reacción de su cuerpo y los gestos de su rostro. El rubio era inteligente, por lo que su mente ya debería haber recreado varios escenarios.

—Porque tengo miedo de la situación —admitió—, pero no te tengo miedo a ti —negó con la cabeza—. Dime a que se estaba refiriendo Neo, dímelo, por favor —le pidió aún sin acercarse.

First sonrió burlón al escuchar sus palabras.

—Es precisamente porque no tienes miedo que estas aquí, en este restaurante a las afueras de la ciudad, donde se da la gran coincidencia de que solamente están nuestros autos —Khao se quedó callado, reflexionando las palabras del azabache—. Si tuvieras miedo y algo de sentido común, seguramente te hubieses ido con tu hermano desde el inicio, no, te hubieses ido en cuanto te reventaron el culo —le dijo de manera fría. Supo que sus palabras le dolieron, pero quería saber cuál sería su reacción.

—Eres un imbécil —espetó Khao. Sí, justamente esa expresión de enojo era la que había estado esperando—. ¿Cuál es tu jodido problema, First? Si vas a decirme algo, hazlo de una vez y déjate de tantos rodeaos.

First suspiró profundamente sabiendo que sus próximas palabras podrían ser las últimas de su relación.

—Sabes que Mile está buscando la manera de relacionar a mi familia con todo esto del asesino, ¿cierto? —el rubio asintió con la cabeza—. Cuando empezaron a investigar la desaparición de Kitty, ese hombre —dijo con odio refiriéndose a su padre—, casualmente estaba en el hospital. ¿Crees que eso fue una coincidencia? —el rubio se quedó callado, First esperaba su respuesta pero Khao estaba mudo.

—Bible lo había encontrado tan ebrio que intento deshacerse de él —siguió narrando el azabache, viendo como el rubio apretaba los labios tragándose las palabras que quería gritarle—, pero obviamente al final no lo hizo. No entrare en detalles, no vale la pena —se encogió de hombros—. Ella murió en nuestro sótano y su cuerpo fue repartido por varios contenedores de basura por la ciudad, han pasado años y nunca encontraron algo. Supongo que nunca lo harán —se acercó otro paso que el rubio no tardó en retroceder, le estaba volviendo loco el hecho de que Khao pusiera distancia entre ellos, pero aún no era el momento para acercarse.