26: ¿Dónde estás?

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—¿Por qué tienes esa cara?

Khao se sobresaltó al escuchar First, quien lo veía con el ceño fruncido, como siempre.

Seguidamente sintió su rostro enrojecer recordando su descubrimiento de hacia unas cuantas horas, haciendo que el azabache alzara una de sus cejas esperando una respuesta.

—Creo que... —dejó la frase al aire cuando sintió su teléfono vibrar y maldijo internamente sabiendo que sería un número desconocido. Había aprendido que cuando le contestaba las llamadas no enviaba tantos mensajes, por lo que muchas veces simplemente abría la llamada y ni siquiera se molestaba en tratar de escuchar algo del otro lado, pero esta vez lo hizo por reflejo.

—¿Hola?

—Hola, mequetrefe —el rubio dejo salir el aire que había estado conteniendo al escuchar la voz de su hermano, poniendo una sonrisa tonta en el rostro.

—¿Cómo estas, Mark? —preguntó, mirando extraño al azabache quien bajaba la mano a una velocidad asombrosa. "¿Acaso había tratado de quitarme el celular?" Le miró con sospecha y el azabache le mostro el dedo medio antes de entrar a una de las aulas después de que el profesor lo llamara, por supuesto que entró ignorándolo por completo cosa que solo hizo rabiar al pobre hombre.

—Mamá me dijo que no vendrías otra vez —Khao respiró profundamente ya esperando a que lo dejara sordo de un grito o que empezara con sus reproches—, pero me ha dicho que puedo ir a visitarte, ¿verdad que no te molesta? —seguramente su mamá también estaba escuchando aquello.

Khao sonrió sumamente feliz.

—Por supuesto que no serás ninguna molestia —y por alguna razón imaginó a First con una cara llena de molestia... "¿pero el azabache cuando no tenía esa mirada?" giró los ojos ante el pensamiento—, dime a qué hora paso a recogerte ¿o prefieres venirte en taxi?

—¡No! Quiero que vengas por mí, trae tu motocicleta —el rubio casi estaba seguro de que estaba haciendo un puchero—, llegaré en la tarde —y colgó.

Khao se dispuso a caminar hacia su clase rogando porque el profesor no lo dejara afuera, sacó nuevamente su celular cuando recibió un mensaje, lo abrió pensando que era de Mark pero se quedó estático cuando lo leyó.

Khao se dispuso a caminar hacia su clase rogando porque el profesor no lo dejara afuera, sacó nuevamente su celular cuando recibió un mensaje, lo abrió pensando que era de Mark pero se quedó estático cuando lo leyó

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Tuvo un mal presentimiento y enseguida llamó a Ta pero no obtuvo respuesta.

Barcode estaba corriendo por los pasillos después de recibir una llamada de Khao, la contestó con disimulo para que la maestra no fuera a decirle algo, pero al escucharlo solo tomó sus cosas y empezó a caminar por todos los pasillos buscando por t...

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Barcode estaba corriendo por los pasillos después de recibir una llamada de Khao, la contestó con disimulo para que la maestra no fuera a decirle algo, pero al escucharlo solo tomó sus cosas y empezó a caminar por todos los pasillos buscando por todos lados. Estaba desesperado porque Ta no contestaba los mensajes ni las llamadas y algo le hacía pensar que tenía que ver con aquello que le había dicho cuando estaba ebrio.

"Maldita sea"

—¿Dónde estás, Ta? —se preguntaba una y otra vez sin recibir respuesta.

—¡Ni siquiera preguntes, si no está conmigo es porque aún no lo encuentro! —le gritó un muy mal humorado First. El castaño se detuvo solo un momento pero no trato de detenerlo o decirle algo, conocía esa expresión, la misma que había puesto cuando estaba golpeando a Zee.

Lo había hecho para proteger a Khao y en ese momento era a Ta. Barcode no tenía idea de si el azabache sabía más de todo eso o de cuanto le había dicho el rubio platinado, pero aun así él siempre fue más de actuar y luego preguntar. Le vio salirse por una de las ventanas del laboratorio, seguramente iría a revisar el estacionamiento.

—¿Ta? —preguntó cuándo contestó el teléfono.

—Vaya... se nota que esperabas una llamada de su parte —casi tropezó al escuchar la voz de Jeff al otro lado de la línea y maldijo en voz baja.

—No es momento para tus celos, ¿sí? —le dijo serio deteniéndose un momento antes de que fuera a caerse por andar distraído, se recargó en el pasamanos de las escaleras.

—Te escuchas alterado. ¿Qué ha pasado? —le preguntó enseguida.

—No encuentro a Ta —no le importaba si eso arruinaba algo, o si le jodía a Khao, pero tenía el presentimiento de que algo no estaba bien y debía involucrar a la policía. Escuchó a su hermano suspirar y habló antes de que dijera algo. —Khao me llamó muy preocupado.

—Bueno, él... —le interrumpió.

—No, algo no está bien, ¿sí? tiene días comportándose extraño y no es normal que no me conteste. Ayúdame a encontrarlo... —murmuró lo último.

—Ok, estoy en camino —escuchó el motor de un carro—, dame unos 10 minutos. Dile a uno de tus profesores, Barcode, y no dejes que Khao ande solo. ¿Está bien? —iba a corregirle pues era Ta el del problema, no Khao. —Dijiste que es claustrofóbico, ¿cierto? ve al estacionamiento o a los jardines. Tengo que colgar.

Y apenas terminó la llamada Barcode siguió subiendo las escaleras, no tenía caso ir al estacionamiento si First había ido allá, y Khao miraba los jardines cuando le llamo, por lo que fue a la azotea. Se detuvo un momento cuando vio la puerta abierta recordando cuando First le regalo al rubio castaño una llave para abrir precisamente esa puerta, aunque nunca le preguntó como la había conseguido.

—¡Ta! —gritó su nombre nada más entrar, empezando a recorrer el sitio con la mirada deteniéndose en el bulto que estaba en una de las esquinas y corrió enseguida hacia el—. Ta... —se detuvo al verlo. Tenía las mejillas húmedas por tanto llorar, con las rodillas casi pegadas al pecho y con los brazos escondidos, hecho una bola como si quisiera desaparecer dentro de sí mismo meciéndose de atrás hacia adelante.

—¿Ta...? —repitió su nombre arrodillándose enfrente a él, logrando que lo mirara y fue cuando se dio cuenta de lo que pasaba. Solo se comportaba así cuando estaba en alguna crisis causada por su claustrofobia, pero no tenía ningún sentido que estuviera así en ese lugar.

—Escúchame, ¿sí? —lo removió un poco logrando que le prestara un poco de atención, aunque su mirada no era muy firme—. Respira profundo, vamos, hazlo como yo —le repitió una y otra vez hasta que sintió como su respiración se calmaba dejando de sollozar.

—Te pedí una cosa y no lo hiciste, Barcode —dijo Jeff, quien entró con la respiración algo agitada al lado de First y Khao atrás de él. Seguro que iba a decirle otra cosa pero se quedó callado al ver al rubio entre los brazos de su hermano.

—¿Qué sucede, Tata? —preguntó enseguida Khao, acercándose con el rostro lleno de preocupación.

—¿Por qué tuvo un ataque?

Barcode escuchó murmurar a First, mientras Jeff se aproximaba rápidamente.

—Será mejor que vayamos a la enfermería —dijo Jeff con voz tranquila—. ¿Estás herido, Ta? —le preguntó de manera lenta, tratando de no asustar más al chico que estaba entre los brazos del castaño, pero lo único que recibió fue otro sollozo de su parte cuando escuchó sonar su celular.

Todos dirigieron la miraba hacia aquel aparato que estaba en el piso a unos metros de distancia, Jeff se acercó sin esperar a que alguien hiciera algo y levantó el aparato frunciendo el ceño cuando miro la pantalla.

InocentesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora