Capítulo 68: Kitty Kanaphan y que se jodan

138 17 3
                                        

Es bueno verte, creí que me estabas evitando —se rio en voz baja aunque sus ojos verdes fueron perdiendo el brillo cuando yo no cambie de expresión. —Oh... no tienes que evitarme —susurró bajando la vista y claramente dolido, no pude evitar estirar la mano para tocar la suya para reconfortarlo como cuando éramos niños.

—He estado ocupada —dije intentando que no se sintiera mal, pero ni siquiera intenté hacerlo más convincente, sonreí de manera cansada—. ¿Cómo estas, Tay? ¿Cómo te ha tratado la vida? —cambié de tema.

Su sonrisa volvió aunque no era tan grande como antes, siempre me había sorprendido la capacidad que tenía para sonreír todo el tiempo, para encontrar algo positivo en las cosas, por más pequeñas que fueran... supongo que por ello su vida es como es.

—He comprado un sitio, voy a abrir mi propio restaurante, no está en medio de la ciudad pues no planeo hacer una copia como todos los que ya hay, pero no por ello será menos elegante, será 5 estrellas —dijo emocionado y con los ojos brillando, no pude evitar sonreír ligeramente y tampoco sentir envidia—. Apenas he comprado el terreno y tengo que hablar con un arquitecto, pero ya tengo todo planeado.

—Me alegro mucho, vas a cumplir tus sueños.

—Solo es cuestión de luchar por ellos —dijo firme y su rostro se fue tornando serio. —Solo tienes que pelear por lo que quieres, Kitty, nada es imposible —aparté la mano y desvié la vista, sabía que de alguna forma intentaría hablar sobre ello. —No te vayas —me pidió leyendo mis pensamientos ya que no era la primera vez que intentaba hablar sobre esto y siempre lo dejaba con las palabras en la boca.

—Es muy lindo todo eso que dices, Tay, pero mi vida ya está demasiado jodida como para arreglarla, no importa cuánto intente luchar, estoy en el fondo y no podré salir —estaba segura de ello.

—Pero... —insistió. Le interrumpí levantando una mano.

—Algunos tienen la suerte de progresar y de hacer todo lo que deseen en la vida, y hay quien se estrellan contra la realidad solo para estar chocando contra muros de asfalto.

—Aún tienes oportunidad de luchar —es tan positivo, siempre tan positivo—, eres joven y eres madre de varios niños, debes luchar por ellos.

Fruncí el ceño.

—Fue por ellos que caí en esto —dije sin compasión alguna—, puede que yo haya tenido la culpa por no cuidarme lo necesario para no salir embarazada con el primero, pero aun así intente darles una buena vida, pero ya me canse —dije con una sonrisa que no tenía nada de felicidad—. Me canse de no recibir nada a cambio y solo perder, estoy atrapada con un hijo de puta que no sirve para nada y un montón de mocosos que empeorar cada vez más. Puedes decir que soy una egoísta pero tengo el mismo derecho, ya no quiero luchar por algo que sé que no voy a ganar.

—No deberías hablar así y tampoco expresarte así de ellos. Si tu matrimonio no funciona sabes que puedes apartarte de James, puedes conseguir ayuda y puedes mejorar la relación con tus hijos. Solo he tenido oportunidad de conocer a Apo y a Bible, puedo decirte que son chicos muy inteligentes. Sí, algo problemáticos pero no es nada que no se pueda mejorar —apreté la mandíbula "si tú supieras..." pensé, tal vez era mala madre por dejar de sentir afecto hacia mis hijos pero estaba harta.

Al principio solo eran los problemas de bebida de James, podía soportarlo, pero una vez que dejo de verme como a su mujer fue la gota que derramo el vaso. La primera vez que abusó de Apo quede devastada y más por saber que no me sentía herida por lo que ese bastardo le había hecho a mi hijo, sino porque había sido remplazada por él, por un niño, por su propio hijo. ¿Qué clase de madre soy como para odiar a mi hijo en lugar de a mi esposo? Era algo que me preguntaba regularmente pero preferí esconder esas dudas en lo más profundo de mi ser. No quería pensar en ello.

InocentesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora