Soy Khao, me gusta el sexo y me gusta cumplir todo tipo de fantasías, estoy disponible todo el tiempo.
¿Orgías? ¿Tríos? Me apunto. ¿Eres mujer, eres hombre? Lo que sea, me gusta de todo; altas, pequeñas, con tetas enormes, tetas pequeñas, morenas, r...
—Uno podría pensar que eres el típico tipo rubio de las películas, despistado, popular y descerebrado —Ta levantó una ceja sintiéndose algo insultado mientras que el pelinegro levantaba las manos en señal de paz—, pero además de boca floja, eres muy observador.
—Gracias y sigues sin contestarme —le dijo Ta de manera terca a War.
—¿Por qué tanto interés? —los interrumpió Mark quien acababa de salir de su habitación. Tenía una sonrisa ladeada en el rostro y a pesar de que se mostraba tranquilo, su mirada era seria.
—Uy, me hubiera gustado tener un hermano sobreprotector también —dijo Ta con una indirecta muy directa riéndose en voz baja—. Solo es curiosidad, no es como que First me hubiera mandado a preguntar.
War bufó. —Ya, como no es celoso... —dijo sarcástico. Ta se encogió de hombros.
—No, de que es celoso lo es. Aunque en realidad, creo que no eres una amenaza para su relación —se levantó del sofá sabiendo que seguramente había hablado de más, así que tal y como había ido a visitarles solo para perder tiempo, prefería irse antes de que cierto chico pelirrojo y sobreprotector le saltara encima por decirle cosas a su hermano mayor—. Y mejor me voy, mis chicos seguramente ya terminaron de hablar sobre cierto viejo calvo, acosador, caníbal, así que me retiro.
Caminó hacia la puerta y se fue sin dejarles decir otra cosa más.
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Khao suspiró profundamente apoyando las manos en el lavabo que tenía enfrente.
Habían estado cenando amenamente cuando Apo empezó a narrarle cosas sobre cuando aún vivían todos juntos; los celos con los que había crecido James hacia New, y la relación que hubo entre ellos con Kitty y Tay. No entraron con muchos detalles sobre esos horribles abusos que sufrieron a manos de su padre. First participó muy poco en aquello pues ellos ya habían hablado sobre eso.
Khao no sabía cómo sentirse realmente, los Kanaphan se habían abierto a él por el hecho de que First lo había hecho, por la relación que tenían y por lo que sentían el uno por el otro. No los conocía, y a pesar de lo que habían dicho y hecho, por su mente nunca paso la idea de alejarse. Volvió a mojarse el rostro cuando la puerta del baño se abrió.
—New está algo preocupado —dijo First apoyándose en el lavabo junto a él, mirándolo atreves del reflejo del espejo.
—¿Y tú no lo estás? —First le mostró su sonrisa ladeada antes de negar con la cabeza.
—¿Por qué lo haría? Acabas de escuchar que matamos a nuestra madre en el sótano de la casa donde vivíamos y que repartimos su cadáver por toda la ciudad. Que a James le inyectamos la droga suficiente para que tuviera una sobredosis, y no te has puesto como loco gritando cosas y tampoco has intentado huir —se encogió de hombros—. Si quisieras irte ya lo hubieses intentado, y dudo mucho que tus sentimientos sean tan efímeros como para que acaben de esa forma.
