Capítulo 54: Trato de entenderte

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Ta miró la ventana izquierda y luego hacia la ventana de la derecha, se giró un poco y miró hacia atrás y nuevamente hacia enfrente.

—Esto es tan incómodo —dijo rompiendo el silencio en el que se encontraban, Jeff iba conduciendo, Barcode de co piloto y él en el asiento trasero. Iban con todas las ventanas abiertas, cosa que agradecía porque si no ya estaría volviéndose loco.

—¿No has recibido ninguna otra llamada? —le preguntó Jeff en un intento de conversación.

—Vete a la mierda —bufó. No es que lo estuviera insultando, más bien fue una manera de hacerlo callar, muy a su estilo—. Estoy hasta el culo de ese tema, me importa poco que sea el tema de moda... yo prefiero hablar sobre cosas donde no termino con la amenaza de ser violado y asesinado por mi propia polla.

—No creo que puedas ser asesinado por tu polla —opinó Barcode girándose un poco para poder mirarlo, tenía una ligera sonrisa en los labios.

—No deberías ser tan negativo, la policía está haciendo lo que puede —agregó Jeff tras suspirar profundamente.

—Ya... pues yo me bajo aquí —les dijo abriendo la puerta y bajándose del auto aprovechando que el semáforo se había puesto en rojo.

—¿Eh? ¡No, espera, Ta! —escuchó a Barcode gritarle pero aun así no se detuvo.

Puede que su condición sea una mierda pero podía ser rápido cuando era necesario y ese era el momento indicado. Estaba sintiéndose ahogado y realmente necesitaba un poco de tiempo para sí mismo, estar en el departamento era una mierda pues ya ni siquiera se sentía cómodo ahí y ahora, el estar en las calles... no podía dejar de sentirse paranoico, pero necesitaba despejarse y estar en ese auto con aquellos dos no le ayudaba para nada.

Su celular empezó a sonar, asustándolo, lo saco apresurado.

—Oh, joder —suspiró sin dejar de correr a pesar de que ya había chocado con varios objetos inanimados en el camino y alguna que otra persona—

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—Oh, joder —suspiró sin dejar de correr a pesar de que ya había chocado con varios objetos inanimados en el camino y alguna que otra persona—. Está claro, voy a morir —dijo antes de estamparse con fuerza contra alguien terminando en el piso de culo—. Pero serás estúpido, mira que no detenerme... —se quejó sobándose la nariz.

—¿Ah? ¿En serio estas insultándome por no detener tu caída cuando eres tu quien venía corriendo como loco? —dijo Mark sentado frente al rubio castaño. Ta sonrió al darse cuenta de que no había sido el único en caer.

—¿Qué haces por aquí a estas horas? —le preguntó como si fuera de lo más común estar en el piso a media banqueta.

Mark se levantó sacudiéndose el chándal antes de contestar.

—Vengo del gimnasio... y creo que debería ser yo quien pregunte eso —respondió estirando la mano para ayudarle al otro a ponerse de pie.

—Puede que seas más alto que yo, pero aquí el niño eres tu —dijo Ta encogiéndose de hombros—. ¿Aun te duelen los huevos? —preguntó refiriéndose al golpe que había recibido por parte de First.

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