Capítulo 69: Secretos

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—No negare el hecho de que me ha sorprendido que me llamaras, después de todo siempre odiaste que fuera tu superior —Mile sonrió con algo de sorna sin negarle aquello. Estaba en casa de su ex jefe, una malditamente enorme casa donde fácilmente cabria su apartamento en el comedor.

—Supongo que va al tanto del caso a pesar de que ya se ha jubilado —le dijo al viejo. Se le veía algo más arrugado y su cabeza había perdido todo su cabello pero seguía estando en forma, fácilmente podría aparentar menos años de los que en realidad tenia.

—Tengo contactos y no los desperdicio —se encogió de hombros—. Ahora —se quedó callado y por un momento Mile se sintió como antes, en su oficina y teniendo que darle los informes de sus casos—, dime que es lo que quieres —ordeno—. Has estado en este caso más que nadie y por lo que he escuchado nuevamente has conseguido pistas, el asesino ha dejado pruebas pero últimamente la investigación ha ido más lenta. ¿Por qué estás perdiendo el tiempo investigando a esa familia llena de malvivientes? Has cometido nuevamente el error de traer a ese novato al caso, están tropezándose con la misma piedra. Te quité a ese detective de tu camino para que pudieras seguir adelante y aun así no pudiste arrestar a ese bastardo.

—Porque es precisamente ese "novato" es quien se encarga de conseguir las pistas —le dijo—, no puede decir que no hizo un trabajo excelente cuando aún trabajaba con nosotros, y para serle sincero dudo mucho que usted haya tenido algo que ver con su renuncia.

Su ceño se frunció seguramente porque acaba de contradecirlo, pero tampoco negaría lo obvio, ese hombre a pesar de ser más terco que una mula era recto en todos los sentidos, tenía sus ideales muy claros y nunca iba en contra de ellos.

—Hice lo que pude para lograr que se concentrase nuevamente en el caso, pero desde la desaparición de esa mujer, Kitty Kanaphan, solo fue empeorando.

—Lo dice como si se hubiera vuelto un inútil... —el hombre mayor giró los ojos bufando.

—Sabes a lo que me refiero. Sus actitudes bajaron porque su prioridad era aquella familia, se distraía buscando la manera de ayudar a esos niños, y no estoy diciendo que no lo necesitasen pero ese no era su trabajo, estábamos buscando a un asesino serial y su atención era fundamental para el caso.

—Usted se encargó de que el servicio social apareciera por fin en esa casa, ¿cierto? —afirmó Mile—, fue Jeff quien volvió a hacer la denuncia pero de alguna manera siempre lograban pasar las entrevistas, pero usted utilizó su influencia para mover el caso... lo que no esperaba fue que Jeff se largara a los días.

—¿A qué has venido realmente? ¿A reprocharme cosas del pasado? Hice lo que hice porque creí que era lo mejor, intenté que ese novato hiciera su trabajo y ayude a esos niños, aunque fue claro que no hubo mucha mejoría... me dijeron que llevaste a la comisaria al menor, ¿crees que es sospechoso?

—Sí —contestó con seguridad—, tengo la certeza de que él y sus hermanos saben algo, que ellos hicieron algo y de alguna manera está relacionado con el caso, llámelo instinto pero sé que ellos ocultan algo. Nunca me pareció coincidencia la desaparición de esa mujer y la muerte de su hermano, sin mencionar el hecho de que Tay Tawan era el prometido de New Kanaphan y la última víctima del Asesino de querubines en ese momento, y ahora, da la gran coincidencia de que los dos chicos rubios que están siendo acosados por ese bastardo son nada más y nada menos, que un amigo cercado, y pareja de First Kanaphan.

—Y Jeff nuevamente se ha distraído por ellos...

—Sí, y lo peor del caso es que no logro entender porque...

—Sí, y lo peor del caso es que no logro entender porque

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