Soy Khao, me gusta el sexo y me gusta cumplir todo tipo de fantasías, estoy disponible todo el tiempo.
¿Orgías? ¿Tríos? Me apunto. ¿Eres mujer, eres hombre? Lo que sea, me gusta de todo; altas, pequeñas, con tetas enormes, tetas pequeñas, morenas, r...
—Así que no pudiste decirle nada —le dijo Barcode a su hermano. Estaban en el departamento del mayor revisando las notas que llevaba sobre el caso.
—Sabe cómo distraerme —refunfuño el detective molesto, pues era algo que First había logrado hacer desde que era un niño, siempre encontraba la manera de hacerle pensar en otra cosa para distraerlo haciéndolo olvidar lo importante. Suspiró profundamente cuando notó la mirada un tanto venenosa por parte del castaño—. ¿Aun sientes celos por él? —le dijo algo fastidiado—, no siento nada por First, supéralo ya, Barcode.
—Siempre te sentiste atraído por él —espetó con el ceño fruncido—, y no te atrevas a negarlo —señaló al mayor con un dedo—. Notaba perfectamente como lo mirabas cuando recién empezó a ir a la casa, sin mencionar que querías pasar todo el tiempo con nosotros cuando él estaba en casa.
—A ti también te gustaba —le dijo Jeff, provocando que Barcode desviase la vista cruzándose los brazos sobre el pecho.
—Gustaba, ya lo dijiste. Dejé de verlo de esa manera cuando comprendí que él no me miraba igual, y cuando deje de pensar que estaba mal sentir esto por ti —se defendió enseguida.
Al detective no le gustaba esa conversación, pero tal parecía que era mejor dejarlo todo claro de una vez por todas.
—Tuviste sexo con él —le dijo Jeff, aun sintiéndose algo molesto por eso.
—Tú también... —susurró él dejando al mayor sin palabras, todo ese tiempo había pensado que no sabía. El detective miró sorprendido a su hermano sin ser capaz de preguntarle que tanto sabía y como es que lo sabía—. First me lo dijo cuándo te fuiste —agregó el castaño después leyendo los pensamientos del mayor.
—¿Te dijo cómo sucedió? —preguntó Jeff lentamente, realmente esperaba que no lo supiera, era algo de lo que realmente se avergonzaba.
Barcode le sonrió de manera burlona antes de contestar.
—¿Realmente crees que me diría? Me gritó que fue tu primer hombre y chillaste como una niña —giró los ojos antes aquello—, y luego vomito en la alfombra de mamá. Estábamos bebiendo porque fue a "celebrar" el aniversario de tu huída.
Jeff chasqueo la lengua fingiendo indignación, una parte dentro de él estaba agradecida porque el azabache no le hubiese contado lo sucedido, pero por otro lado estaba la culpa. Frunció el ceño después de un rato cuando entendió algo.
—¿Ta ha estado con hombres antes?
—Sí, con... —y se quedó callado antes de girar los ojos suspirando profundamente—, será hijo de puta... ¿cree que todo es una puta competencia? —refunfuño en voz baja ante la mirada confundida de su hermano mayor. —Déjame adivinar, tienes esa duda porque seguramente First te lo dijo, ¿no es cierto?
Los labios de Jeff se hicieron una línea recta al entender a donde iba.
—Sí... dijo que no seriamos los primeros y luego se largó —chasqueo la lengua antes de mirar a Barcode con una ligera sonrisa en los labios—. Lo único que falta es que First también haya desvirgado al cabeza de mazorca —dijo refiriéndose a Zee—, o al chico gótico con el que suele hablar Khao.
—Puedo asegurarte que no se lo follo, pero Zee sí que quería comerle la polla...
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—Oh por dios, voy a morir. Sí, definitivamente voy a morir. Voy a morirme con la polla dentro de mi culo —murmuraba Ta en voz baja mientras seguía corriendo, su corazón palpitaba con fuerza y su respiración estaba agitada—. La policía tendrá todo un archivo de mi culo con mi polla dentro, sí, voy a morirme con la puta polla mutilada y el culo roto.
—¡Fíjate por donde vas! —gritó el anciano con el que acababa de chocar, llevaba a un perro pequeño que parecía más una rata que se había enredado en sus piernas mientras pasaba junto a ellos.
—¡Lo siento! —gritó recuperando el equilibrio sin detenerse y por supuesto sin mirar atrás. Su visión empezaba a ponerse extraña, como si estuviese encerrado y las paredes se fuesen haciendo más pequeñas, sabia a la perfección que estaba dándole un ataque de pánico, solían ocurrir solo cuando se quedaba en lugares pequeños por la claustrofobia pero desde que había empezado a recibir aquellas cosas del loco calvo acosador pervertido caníbal y gordo, su cabeza le hacía malas jugadas.
Entró al edificio ignorando al portero que trató de detenerlo, y empezó a subir las escalaras con rapidez escuchando al hombre tras él, pero no sé detuvo hasta que llegó al piso indicado para tocar la puerta.
—¡Abran! ¡No me importa si están follando, déjenme entrar! —gritó tocando la puerta con fuerza antes de ser derribado por el portero que no era tan lento como había pensado.
—¡Te tengo! —le gritó en la cara, estaba sonrojado por el esfuerzo y tenía la frente ligeramente brillosa por el sudor.
—¿Qué está sucediendo? —preguntó Jeff saliendo de su apartamento.
—¿Ta? —preguntó Barcode tras su hermano antes de acercarse. —Quítese de encima —le dijo al portero mientras sujetaba al rubio castaño del brazo, sacándole al hombre de encima y levantándolo con fuerza. —¿Estás bien? —le preguntó mirándolo fijamente.
—Claro, sin mencionar el hecho de que me duelen las costillas —respondió Ta mirando al portero que se estaba levantando con ayuda de Jeff—, y que casi me sacas el brazo del hombro —miró a Barcode con un puchero en los labios.
—¿Conoce a este chico? Ha entrado de manera sospechosa —le dijo el portero a Jeff.
—Claro que me conoce —interrumpió el rubio.
—Sí, no se preocupe por él, subió de esa manera porque le dije que se diera prisa —dijo Jeff de manera amable antes de despachar al hombre y haciendo a los otros dos entrar a su departamento.
—Ese tipo es rápido a pesar de que pesa un montón —bufó Ta dejándose caer sobre el sofá como si fuese su casa y estirando un brazo para cerrar la carpeta que estaba sobre la mesa de centro para no ver aquellas fotos de los muchachos rubios que habían sido asesinados.
—¿Por qué entraste de esa manera, Tata? —preguntó Barcode levantando la cabeza del mencionado para poder sentarse en ese sitio, haciéndole recargar sobre sus piernas—. ¿No estas herido cierto? —cuestionó acariciándole el cabello, provocando que cerrase los ojos por comodidad.
—¿Cómo sabias que vivo aquí? —preguntó Jeff. Ta abrió los ojos al detectar cierta seriedad en su voz, se alzó un poco para poder mirarlo mejor.
—Si te molesta que este aquí... —dijo algo inquieto y sintiéndose incómodo, pensando que tal vez si le molestaba la interrupción y tal vez Jeff no sentía nada por él realmente.
—Claro que no le molesta —intervinó Barcode—, no nos molesta —le dijo pasando su brazo por los hombros de Ta y atrayéndolo un poco más hacia él mientras miraba fijamente al otro.
—No, no nos molesta que estés aquí, Ta, pero yo nunca te dije donde vivía. Una cosa es que dieras por casualidad con el edificio, pero el piso y la puerta correcta... —dejo la frase al aire esperando una aclaración.
—First me lo dijo —se encogió de hombros sin la más mínima intención de descubrir al azabache.
—Así que First... —murmuró Barcode desviando la vista, pensando en el porqué de aquello.
—¿Y First como sabia donde vivo? — preguntó Jeff sin querer dejar el tema así—. ¿Por qué te lo dijo? ¿Tú se lo preguntaste? Sabes que podrías haberme preguntado.
—¿Y yo por qué sabría por qué me lo dijo? Solemos platicar cosas sin sentido —Ta se encogió de hombros queriendo dejar el tema así. Era un pésimo mentiroso y por la manera en que Barcode le apretó ligeramente el hombro era obvio que había notado que trataba de desviar el tema de conversación.
—Bien, no hablaremos de eso si no quieres hacerlo —dijo Jeff quien obviamente también se dio cuenta—, prefiero que me digas que no quieres decirme a que me mientras.
Ta inflamó las mejillas como puchero antes de sonreírles de manera traviesa.
—Quiero hacer un trio, y el loco me envió una foto hace un rato —dijo sacando su celular y mostrándoles la foto. Salía él de espaldas con la misma playera que llevaba en ese momento y estaba tomada de muy poca distancia.