7| Perros.

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Al día siguiente fui despertada por Nanami y Shoko quienes se despedían pues saldrían a una misión algo lejos.

—¿Yo también puedo ir?— Pregunté aun adormilada.

—Necesitas quedarte aquí nena, volveremos mañana en la tarde— Contestó Shoko acomodando mi cabello.

—Tienes que portarte bien ¿de acuerdo? Nada de pelear con Yaga sensei y tampoco dejes que Gojo haga alguna estupidez mientras no estamos — Continuó Nanami.

—Asi es, aprovecha que están los niños nuevos e invitalos a jugar. Parece que el niño es de tu edad, seguro que pueden jugar a algo míentras...

—No salgamos de la escuela, ya lo se..

—Esa es mi niña, muy bien, tenemos que irnos pórtate bien Zuzu.

—Si, ten cuidado Shoko san no dejes que Nanami se muera.

—Jajaja lo intentaré.

—Vamos pulga, Gojo esta haciendo el desayuno en la cocina. Te llevaré y luego nos iremos— Nanami entonces me cargó y me llevó con ellos hasta la cocina.

Amaba a todos los chicos. Se habían vuelto mi familia después de todo pero con Nanami era diferente, me recordaba a uno de esos padres de las películas; esos que siempre te consienten y te abrazan cuando la ocasión lo amerita. En mi pequeña cabeza infantil Nanami era esa figura paterna que me habían arrebatado.

—¿Vas a volver... verdad?— Pregunté susurrando en su oído al tiempo que lo abrazaba con fuerza.

Desde lo que pasó con Haibara y con Suguru ahora me ponía nerviosa despedirme de alguno de ellos.

"Ser hechicero significa que algún día veras morir a tus compañeros por una u otra razón y no podrás evitar cargar con esa culpa"

Las palabras de Suguru hacían eco en mi cabeza antes de cada misión.

¿Que pasa si esta es la última vez que los veré? ¿Que pasa si había manera de protegerlos pero no lo hice por que soy muy pequeña? ¿Que pasa si ya nunca más puedo reír a su lado?

Tener ansiedad y síndrome de estrés post traumatico a los 6 años no es nada divertido. Supongo que a ninguna edad es algo divertido pero aun así manejarlo con solo 6 lo volvía todavía más difícil.

—Claro que volveré— Contestó Nanami abrazándome con más fuerza —Tengo que hacerlo, después de todo hay una pulguita que espera por mi.

—Entonces prometelo— me enderece y cerré mi mano dejando a la vista solo el meñique —Por la garrita.

—¿Por la garrita?

—Lo vi en una película, si haces una promesa por la garrita entonces lo tienes que cumplir.

—¿Que clase de película era esa?— Se burló Shoko regresando unos pasos con nosotros.

—.... una de osos...

—Eso tiene mucha lógica para mi— Sonrío y estiro tu meñique en mi dirección —Te prometo por la garrita que no dejare que Nanami se muera y que volveremos pronto.

Sonreí y tome su dedo cerrando su promesa.

—Si, si como sea.. prometo que volveré con Shoko sana y salva— Agregó Nanami extendiendo su meñique también. Se había sonrojado un poco lo que hizo que Shoko no se aguantara la risa —Suficientes garritas por hoy, niña ve a comer y pórtate bien.

—Jajaja eres un papá tan lindo Nanami— Satoru entonces salio de la cocina con una pala en una de sus manos y un delantal blanco.

—Callate Gojo, cuida bien de los niños y no hagas ninguna estupidez.

—Me ofende mucho que creas que haré una estupidez. Además ahora que traje a Megumi para que se case con Izumi no hay nada de que preocuparse— Bromeo.

—Quisieras, mi niña no se casara con alguien del clan Zenin. Son una bola de arrogantes.

—Eso es algo bueno, el niño es "Fushiguro" no Zenin— Continuó Satoru solo para molestar.

—Mejor ve a a cocinar o se te va a quemar la comida. .

Luego de eso nos despedimos quedando únicamente a solas con Satoru..

—¿Aun tienes sueño?— Preguntó este al verme bostezar.

—Un poco...

—Intenta despavilarte hoy tenemos muchas cosas que hacer.

—Siento pereza solo de oírlo ¿no podemos ver películas como anoche?

—¿Que clase de padre sería si te dejo ver películas toda la tarde en lugar de hacer tus deberes?

—Uno muy cool— Sonreí levantando ambos pulgares en señal de aprobación.

—Olvídalo pulga. Hazme el favor de ir a donde Tsumiki y Megumi; diles que el desayuno está listo.

—A la orden señor..— Caminé hasta la habitación donde habíamos dejado a los niños encontrandome con la puerta abierta —Buenos días..

—Oh, eres la hija del maestro ¿pasó algo?— Preguntó Megumi al verme. Se encontraba solo en la habitación.

—Si... no soy su hija realmente.. ¿donde está tu hermana? El desayuno está listo.

—En el baño, ¡Tsumiki el desayuno!

—¡Adelantate los alcanzo!

—Entonces...— Continuó Megumi saliendo junto a mi —Eres su... ¿Hermana?

—¿Porque asumes que somos familia?— Pregunté con una pequeña sonrisa acercándome un poco a la cara de Megumi.

Pude ver que este al instante se puso un poco rojo así que tal vez para evitar la pena se giró al lado contrario.

—Bueno, eso supongo; después de todo los dos se parecen mucho...

—¿Nos parecemos? ¿Lo has visto sin los lentes?— Me reí —Sus ojos son mucho más bonitos que los mios..

—Creo que no le he puesto atención... aun así tus ojos también son bonitos.

Dichas palabras me tomaron por sorpresa aunque nisiquiera pude responder pues Gojo se me adelantó.

—Alto ahí mocoso, ¿no te parece que eres demasiado joven para estar coqueteando?.

—¿Eh? Pero yo no..

—Si quieren pueden ser novios cuando sean mayores. Aun son muy pequeños— Al escuchar eso Megumi se puso más rojo que un tomate lo que me hizo mucha gracia aunque intenté no reírme.

—Satoru callate y trata de no quemar la comida.

—Te gusta mi comida quemada— Argumentó entrando de regreso a la cocina.

—No me hagas caso, aveces es un poco... torpe cuando habla— Le susurré a Megumi tomandolo de la mano para llevarlo conmigo a la cocina —Claro que no me gusta tu comida quemada. Me lo comí por que quemaste todo lo que quedaba para comer.

A los pocos minutos apareció Tsumiki por la puerta así que los 4 nos pusimos a desayunar en la mesa. Gojo había preparado hot cakes con crema batida y fresas.
Para el sirvió un café negro y para nosotros leche con chocolate.

En retrospectiva puedo decir que ese fue el mejor desayuno que había tenido en mucho tiempo. Al fin podía ver a Satoru reír como antes y saber que ahora había más niños para hablar ciertamente me animó bastante.

Error || Fushiguro Megumi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora