Luego de que la hija de un poderoso clan fuera la única sobreviviente a la masacre que arrasó con toda su familia el estudiante Suguru Geto la lleva con el para resguardarla en la academia de echiceria en donde tiene un único amigo, el "hijo adoptad...
Luego de pasar al rededor de 30 minutos caminando gracias a que ningún taxi quería llevarme por estar sangrando, por fin pude llegar a la preparatoria de Jumpei.
Aunque solo la vi una vez cuando vine con Ijichi para hacer el informe, no era un lugar muy complicado de encontrar al ser la preparatoria de la zona... eso y que le tomé una foto con mi celular así que cuando me perdía solo preguntaba direcciones.
—¿Como una oreja puede sangrar tanto?— Murmuré notando lo humeda que estaba la camisa por la sangre —Cielos, incluso tengo mechas rojas en el cabello, bueno no es algo realmente mo..
Iba tan distraída en limpiar mi ropa y cuello con el pedazo de papel higiénico que me dio Mimiko que nisiquiera noté la cortina hasta que entré en ella.
—Esto se siente enfermizamente diferente— Murmuré.
Al ver que no había nadie cuidando posiblemente por el noqueo temporal de la cortina, solo me limité a saltar la cerca de entrada para empezar a buscar a Jumpei.
Una energía recorría el aire.
Era diferente pero al mismo tiempo familiar; similar a cuando te encuentras a alguien por la calle que te resulta conocido. Sabes que lo has visto antes aunque tu cerebro no logra recordar en donde.
—¡¿Que estas haciendo, Jumpei?!— con ese simple grito de Itadori logre encontrar la fuente del sonido y posiblemente de la energía así que me dirigí con calma a ese lugar.
"Ne, ne Suguru, ¿Porqué siempre luces tan calmado en las peleas?
¿Me has visto pelear bebé?
Si, Yaga sama me mostró un video durante el estudio de las maldiciones. Luces genial así de tranquilo.
Bueno cielo, un hechicero debe manterse tranquilo siempre, de otra manera se quedaría sin energía maldita muy pronto.
¿Aunque te asustes?
Jaja si, los hechiceros no se asustan bebé"
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—¿Que hacen los hechiceros cuando están distraídos? — pregunté en voz baja. Presa de mi cabeza.
Las voces de Itadori y Jumpei seguían moviéndose así que intenté concentrame. De lo contrario seguiría detrás de ellos hasta que alguno terminara muerto.
