Luego de que la hija de un poderoso clan fuera la única sobreviviente a la masacre que arrasó con toda su familia el estudiante Suguru Geto la lleva con el para resguardarla en la academia de echiceria en donde tiene un único amigo, el "hijo adoptad...
Nos tomó más tiempo del que hubiéramos querido llegar a donde Hakari sempai.
Los autobuses dejaban de pasar en algunos puntos, además que tuvimos que pelear muchas maldiciónes que se encontraban en el camino.
-No puedo creer que al fin llegamos - dije sacando ropa nueva de una mochila.
-No entiendo Fushiguro. ¿Por que necesitamos cambiarnos nuestra ropa?
-Hakari fue suspendido porque discutió con los altos mandos y ahora el está violando las reglas de la escuela de hechicería - respondió Megumi cambiándose al igual que Itadori y que yo.
-Si el sabe que estamos asociados a la escuela puede que intente huir - dije saliendo de un portal con un pantalón de mesilla y un top rosa aun conservando los calentadores de los brazos.
-Piensa en este como una relación de policías y ladrones -continuó Megumi.
Una vez que los tres nos cambiamos nos dirigimos al lugar de las peleas el cual, parecía ser un estacionamiento abandonado o algo así.
-¿Que es este lugar? - preguntó Itadori caminando con las manos en los bolsillos.
-Es una zona neutral pero desde su perspectiva somos los enemigos - respondi estirándome mientras caminaba.
-¿Es alguien que copera?
-Me gustaría que el cooperara solo por su valor de lucha - respondió Megumi.
-Por lo que se es un completo idiota- me reí colgándome del brazo de Megumi para guardar apariencias. -No es una buena persona aunque Okkotsu dijo que es más fuerte que el...
Luego de entrar al estacionamiento dos hombres nos detuvieron. Uno de ellos era grande y músculoso y el otro era un poco más bajo con un traje barato.
-¡Hey ustedes, mocosos! Pierdan se, este no es un lugar para dar la vuelta - gritó el grandote. -Voy a contar hasta 3 y cuando haya acabado será mejor que salgan de mi visa o los voy a sacar como si fueran basura.
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Itadori parecía confundido ante las palabras del hombre aunque Megumi pareció no inmutarse. Por mi parte estaba haciendo mi mayor esfuerzo por no reírme de lo ridículo que lucia el hombre.
-Necesitamos dinero. Déjanos participar en las luchas callejeras...
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