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Mientras las manecillas del reloj resonaban su concentración se desestabilizaba, agito su pluma intentando no estar nervioso, la prueba no es difícil, se decía así mismo, una vez termino se quedó revisando minuciosamente sus respuestas aprovechando que tenía tiempo de sobre para hacerlo.

Al salir de su clase se encontró a un compañero equipo quien le avisó que no habría práctica, sonrió ya que tenía tiempo de sobra para hacer sus deberes, con más tiempo en su agenda decidido ir a una tienda, necesitaba algunos calcetines.

—Los ángeles se están cayendo Suri.

—Sí, estoy agradecida porque bendicen la vista de hoy. –un grupo de chicas lo rebasaron dedicándole sonrisas coquetas con evidentes insinuaciones, continuo su camino restándoles importancia, era habitual que le sucediera aquello ya no le incomodaba con antes, había decidido solo ignorarlo.

Al avanzar otra chica le coqueteo incluso le hizo señas con la boca, desviando la mirada se dedicó a sacar su celular para mandarle un mensaje a Sakura, quería que ella y los otros chicos lo acompañaran, inmediatamente su mensaje tuvo respuesta aunque no era la que quería, ellos se quedarían hasta tarde, aquello lo desanimo.

Resignado se dirigió a la salida del campus, avanzo con las manos en los bolsillos a paso lento entre los demás estudiantes, extrañamente se dirigió a otra sección de la universidad consiguiendo el camino más largo, una silueta atrajo su mirada.

Era ella

Caminaba con sus habituales audífonos oscuros, unos libros en sus brazos y la mochila de lado, no supo por qué pero le asombro verla con vestido, no era que fuera un crítico de moda o algo así, ciertamente le asentaba bien, quizás se debían a las medias y botas negras que hacían juego, ella siempre usaba colores oscuros los cuales sabía combinar.

Estaba contemplándola, pensando en su personalidad, siempre seria, reservada, culta, antisocial, inteligente, porque lo había comprobado y algo ¿Disgustada?

Debía admitir que había menos tención entre la tutoría pasada a la actual, ciertamente sentía que había mejorado mucho la comunicación entre ellos, aunque en ocasiones seguía mostrado minúsculo interés por entablar la socialización con él, incluso parecía interesada en reducir cualquier acercamiento físico.

De pronto se escucharon varias risas acompañadas de burlas que interrumpieron sus pensamientos, un grupo de estudiantes rodeaban a Hinata quien estaba de rodillas intentando incorporarse y al mismo tiempo hacia un esfuerzo en recoger sus cosas.

Por la distancia no supo que le estaban diciendo, era evidente que aquellas personas estaban ofendiéndola, la mayoría eran chicas. Se apresuró a acercarse, mientras lo hacia el cólera lo invadió al notar que nadie, ninguno de los estudiantes que caminaban por ahí hacía algo por ayudarla.

Cuando llego a ella esas personas ya se había ido, Hinata estaba de rodillas guardando los libros en la mochila.

—¿Estas bien?

Pregunto extendiendo la mano, sus buenas intenciones no fueron bien recibidas. Cuando los ojos de Hinata hicieron contacto con los suyos, su expresión cambio radicalmente, una mirada llena de odio invadió su bello rostro.

Naruto noto que Hinata usaba lentes de contacto a aparte de sus anteojos habituales, no entendía porque ocultaba el color de sus ojos, en el tiempo que llevaba con ella se había dado cuenta que no necesitaba ninguno.

—No necesito tu ayuda, ahora ¡Largarte! -lo había rechazado.

Colgándose la mochila emprendió su camino ignorando algunas risas burlonas en su trayecto. Naruto fulmino con la mirada a todos aquellos que se estaban burlando, corrió detrás de ella para tranquilizarla.

LYCORIS ODonde viven las historias. Descúbrelo ahora