Veinte días después...
—Bésame. –exigió desde su posición casi comiéndose sus labios.
Ella sintió su duro miembro en la mano calentándola de pies a cabeza.
—¡H-Hina ah!
—Te deseó tanto...nunca, nunca me cansare de ti ¡Oh Naruto!
Aprovechando la debilidad del rubio se acomodó mejor sobre sus piernas, guiando el grueso eje hacia su interior, gimió al sentirse tan llena.
Sus manos recorrieron su espalda con firmeza, las bajo a su trasero mientras la acercaba aún más a él meciéndose dentro de ella. Hinata uso un momento para alejar el rostro de Naruto de su cuello, miro sus ojos azules oscurecidos de placer.
Envolvió sus brazos alrededor de su cabeza y lo guio hasta sus pechos para que se amamantara todo lo que quisiera.
Estaban sobre una colcha en el suelo, no querían que Boruto despertara con los golpes de la cama estrellándose contra la pared mientras follaban sin piedad, generalmente no pasaba nada cuando él pequeño dormía profundamente, pero cuando él tomaba su siesta era susceptible a despertar lo que no era bueno.
Naruto se sentía impresionado ya que ella le pedía sexo en todo momento, estaba cachonda casi todo el tiempo mostrándose insaciable.
—¡Siii Mh!
—Espera, espera Ah Hi-Hinata. –dijo Naruto apretando los dientes, Hinata había comenzado a moverse con demasiada ímpetu mientras intentaba de meter más de él en ella.
—¡Sí! ¡Sí Naruto! ¡Ah, más, más! ¡Sí nene ohhhh!
—E-espera Ssss Hina, Hina Ohhh! – el movimiento de sus cadera impulsó su polla aún más profundo.
Naruto intento incorporarse, ella reacciono rápido empujándolo hacia abajo, siguió brincando sobre su miembro con gozo, no parecía tener intención de detenerse.
—¡Mhh, Ah! Ve-ve despacio ¡Mmmmh!
Ella tomo sus manos guiándolo nuevamente hacia atrás, se recostó sobre su pecho aumentando el movimiento de su culo para lograr una penetración más profunda, gemía con fuerza sobre su oído pareciendo perdida.
No tenía una forma concreta de describir lo que sentía por él. Lo único que sabía era que lo necesitaba. Lo necesitaba para ser feliz. Para ser ella misma.
—¡AHHHH! –grito al venirse con fuerza sintiéndose plena al ser llenada con la esencia de Naruto, reacciono dándose cuenta que era ella quien hizo ese sonido avergonzándose.
Los dos estaban sin aliento, sus respiraciones eran lentas y calmadas, Hinata intento moverse al haber recuperado algo de energía, pero cuando lo hizo sintió la viscosidad de sus fluidos.
—L-lo siento.
Naruto le sonrió desde su lugar, no dijo nada se limitó a pasar sus brazos detrás de ella, le acaricio la espalda con suavidad, permanecieron así por unos minutos, no fue hasta que se escuchó un leve ruido.
Hinata respingo al reconocer el origen de aquel ruido, se incorporó rápido tomando una bata de la habitación.
—Tranquila. –expreso Naruto levantándose con suavidad, vio como Hinata se apresuraba a atarse la bata y salir casi corriendo del cuarto. Eso le hizo sonreír, estaba claro quién era su prioridad.
Al quedar solo en la habitación observo a su alrededor, se quedó quieto al mirar la cadena que aún mantenía unido su pie a la base de la cama. Recordó cuando le había pedido a Hinata quitársela, ella había reaccionado muy mal, parecía asustada lo único que repetía era que nadie, jamás lo separarían de ella.

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LYCORIS O
TerrorCuando el amor obsesivo se dispara, nada parece detenerlo. El sentido común, la farmacoterapia, la terapia electroconpulsiva, los médium, la regresión y la hipnosis fracasan al unísono. Ni magia ni terapia. La adicción afectiva es el peor de...