Toneri
La vida es un asco. Aun cuando no espero nada de nadie aun así logran decepcionarme, es una frase que me encanta. He vivido gran parte de mi vida en compañía de mi tío, ese que apenas se acuerda de que existo, mis padres eran unos reconocidos especialistas en robótica que trabajaban para una empresa muy importante de tecnología, gracias a una de sus tantas convenciones me quede sin ellos.
Mi vida no tiene nada de especial, crecí teniendo todo lo que deseaba, hasta su muerte, desde entonces me oculte de todos, encontrando consuelo en la red, junto a video juegos y sitios x, las chicas eran atentas conmigo, pero después de la preparatoria se alejaron de mí tachándome de acosador y raro. En la universidad no cambio mucho, nadie quería estar cerca de mí no cuando esparcieron el rumor de que me drogaba con las famosas píldoras llamadas pericos, eso redujo aun más la popularidad que tenía.
Encuentro fascinación en la mecatrónica y robótica, asisto con regularidad a conferencias solo con el fin de conocer a gente que le guste lo mismo que yo, he decidido que mi momento de salir con alguien ha llegado, ya no estaré solo, tendré a alguien a quien retener a mi lado para caminar juntos, acabando así con la jodida soledad.
*
Él no podía esperar las tres horas así que insistió en iniciar la plática de una vez por todas, mientras caminaban en silencio hacia cierto lugar la observo de reojo maravillándose con su hermosura, era preciosa aun sin maquillaje, ni accesorios costosos, ni que decir de ropa de marca, estaba orgulloso de su descubrimiento, la había estado siguiendo desde hace días asegurándose de que no tuviera novio, o pretendientes, no tenía por qué temer por que ella se encargaba de alejarse de cualquiera que mostrara interés por ella, a excepción de uno.
Llegaron al parque justo donde el área de juegos comenzaba, no queriendo avanzar más ella tomo asiento en una de las bancas, Toneri la imito sentándose a su lado izquierdo intentando no ser obvio al estar cerca suyo, mantuvieron un silencio superficial por un buen rato mientras ambos miraban alrededor, eran pasadas las cinco y media de la tarde, con el frio del condado no había gente alrededor, solo podían apreciarse un par ancianos que abandonaban el sitio.
Enfoco su mirada a la cara de Hinata quien seguía viendo al frente, ignorando por completo la exploración remata de Toneri en todo su rostro.
Sintiendo los labios secos trago saliva, tenía el pulso inquieto hasta una de sus piernas de movía con nerviosismo, en su mente ella ya lo había aceptado. Entonces porque estoy esperando. Se dijo. Se aproximó de forma rápida acercando sus labios, ella reacciono alejándose un poco antes de que lograra su cometido.
—¿Qué crees que haces? –pregunto disgustada por su atrevimiento.
—Yo, yo lo siento.
—No, no lo sientes –se puso de pie.—Se supone que hablaríamos, no que ibas a besarme.
—Es solo que no pude evitarlo, ya te lo dije, ya te dije lo que siento por ti, y lo mucho que me gustaría que...
—Eres demasiado presuntuoso ¿Qué te hace creer que aceptare así, sin más?
—Pues, es obvio.–Hinata alzo una ceja con incredibilidad, intuyo lo que diría. —Sé que eres solitaria, como yo, que no te gusta que te molesten, te agradan los lugares con poca gente, tomas capuchino cada miércoles por las mañanas, tus colores favoritos son el negro y el purpura, no tienes amigos, no te importa el que dirán, eres la mejor de tu facultad y...
—¿Estas oyéndote? ¿Enserio has estado espiándome?
—No, claro que no...
—Odio a la gente que miente, sobre todo a aquellos que creen tener poder sobre los demás, lamento decepcionarte pero algunos de tus datos no con acertados.
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LYCORIS O
HorrorCuando el amor obsesivo se dispara, nada parece detenerlo. El sentido común, la farmacoterapia, la terapia electroconpulsiva, los médium, la regresión y la hipnosis fracasan al unísono. Ni magia ni terapia. La adicción afectiva es el peor de...