Cuando el amor obsesivo se dispara,
nada parece detenerlo. El sentido
común, la farmacoterapia,
la terapia electroconpulsiva, los médium,
la regresión y la hipnosis fracasan
al unísono. Ni magia ni terapia.
La adicción afectiva
es el peor de...
Era la última semana y se sentía completamente en las nubes, había permanecido junto a Naruto más de lo necesario, se había asegurado de saber exactamente las direcciones de donde estaría.
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Si bien era triste saber que no lo vería más por el campus, pero se reconfortaba mutuamente recordando cierto momento con él, estaba lista para una transferencia a cualquier parte del mundo si era necesario.
No quería separarse de él.
Cuando termino de limpiar sus cosas se dispuso a salir, quería llenarse de aire fresco, Naruto iría a casa de sus padres en Kingston dentro de dos días. Y ella se quedaría ahí como lo había estado haciendo desde hace tiempo.
Mientras avanzaba noto a un hombre seguirla, decidió encararlo reconociendo al chico de cabello negro, llamado Sasuke.
—¿Qué es lo que quieres? Si vienes a insultarme...
—Tranquila, solo quiero hablar.
—No te conozco, según tu ¿De qué deberíamos hablar?
—Es obvio, de Naruto, de quien más. –noto su mirada vacilante. —Creo que es justo que sepas quien es en realidad. Y que lo une a mí.
—¿A ti? ¿Son hermanos o algo así? -Sasuke comenzó a reírse de una forma un tanto incomoda.
—Eres graciosa, supongo que por eso le agradas, vamos, sé que no son más que conocidos.
—No sabes nada. –dijo enojada. Él se acercó a ella rodeándola, ella en ningún momento le dio la espalda.
—Si tú lo dices, oye, en verdad que no tienes dignidad, no creas que no vi la forma en como lo miras.
—¿Por qué tendría que importarte? –estaba más extrañada por la actitud del pelinegro.
—¿Por qué?, pues porque lo aprecio, lo aprecio mucho, digamos que él y yo tenemos historia, ¡No me digas!, ¡No te ha contado! ¿Cierto? Entonces no son muy amigos ¿He?
—Tú quieres decirme algo, habla.
—Bueno si lo quieres así... jamás te mirara porque tiene otros intereses, él y yo fuimos pareja. –ella no dijo nada. —Sí, así como lo oyes, él y yo éramos novios formales, para serte franco fui el primero, el primer y único hombre en su vida.
—Excelente broma, pero no veo porque decirme eso ¿A mí? –había cierto desdén en su voz.
—Crees que es broma, no rarita, no es broma, si quieres pregúntale, anda ve, aunque no creo que sea necesario, conociéndolo como lo conozco seguramente lo intuyeron. No es de los que tiene amoríos por aquí y por allá, según se, por lo que lleva en esta escuela solo se le ha conocido una novia, una con la que no duro mucho tiempo, ¿Por qué crees? –soltó con burla.
Sasuke lanzo un par de fotografías al suelo.
No quiso hacerlo pero lo hizo, las miro, en ellas se veía a un Naruto más joven, más infantil, en todas estaba abrazado de Sasuke.