LYCORIS O

32🩸

Desde su cubículo, podía ver a la gente que transitaba por la calle con total normalidad, era una mañana agradable capaz de reconfortar a cualquiera, pero no a él, después del terrible caso del bosque no había ningún detenido, ni una sola pista, solo había suposiciones, justo como el caso de hace más de un año. El tío de aquel joven se mostró muy dolido por la trágica muerte de su sobrino, pero después pareció agradecerlo.

Aún tenía en su mente todo lo que habían encontraron en su habitación, revisaron su computador, su celular y otros dispositivos más, dejándolo como un acosador lunático, un pervertido, al parecer el destino se encargó de él antes de que arremetiera contra alguien.

Por azares del destino había tenido su merecido. Aunque a él no le gustaba decirlo así, el chico había acosado a algunas chicas, la más reciente parecía ser su favorita, una chica de su misma universidad con la que tenía planes, planes fuera de lo normal en una relación.

—Otra vez, en las nubes ¿He?

—No te escuche tocar, eso es de mala educación.

—Si toque, ¿Qué pasa? Ah, déjalo ya, fue hace dos meses, desde que te ascendieron tienes ese semblante, no todos los casos pueden resolverse, además sea quien sea ha hecho mucho, quizás más que nosotros, el chico era un loco, y ni qué decir del otro caso, es casi como justicia. Venga ya, venía a invitarte un café.

—Venía ¿Tiempo pasado?

—Tiempo presente, ven, hace bien respirar un poco.

*

Después de clases va directo a su departamento donde espera algo de paz, los primeros días de su tercer año no fueron los mejores, no con la policía merodeando por toda la universidad en busca de pistas, no se equivocó con Toneri, el que tuviera una larga cola le favoreció mucho, pronto dejaron de verlo como víctima y resalto como lo que era, un pervertido. Algunos simpatizaron con ella, incluso los que la molestaban.

—¡Hola! –el rostro resplandeciente de Naruto salió detrás de uno de los pilares del pasillo. Ella se limitó a asentir guardando sus libros en su casillero. —Qué bueno que te alcance, ultimadamente te vas como rayo, toma.-le extendió un volante.

—¿Qué es esto? –lo tomo sin mirarlo.

—¿Cómo que qué es? Es el pase para mi próximo partido, ¿Lo habías olvidado? Increíble, llevo hablándote de él desde...ha ¿Antier?

No contesto, se concentró en leer el volante, Naruto se acercó a su rostro.

—¿Si vas air? ¿Verdad? Por qué te juro que si no vas, soy capaz de cargarte y llevarte yo mismo.

—No soy buena con esas cosas.

—¡Qué! Oh Hinata, ¿Qué tan difícil es sentarte a verme jugar?, quiero que todos mis amigos estén presentes. Debes distraerte, o acaso aun te sientes...

—No, y no lo menciones.

—De acuerdo. No lo hare, por favor usa un color acorde a la universidad.

—No he dicho que asista.

—No hace falta, sé que iras. –Naruto le brindo una amplia sonrisa que hizo que ella lo imitara con una sonrisa débil. —¿No quieres comer algo? Mis amigos y yo pediremos algo de lasaña. Tal vez quieras acompañarnos, seria grato tenerte en la misma mesa.

—Tus amigos me odian.

—¿Qué? Claro que no ¿De dónde sacas eso?, son algo atolondrados pero son geniales, Sakura a veces es... muy temperamental pero es...cool, anda ven.

—No puedo, tengo tarea y quiero descansar temprano.

—Está bien. Bueno Hina aún tengo una última clase, estar próximo a graduarme no me deja mucho tiempo libre. Recuerda dejar el viernes libre, nos vemos. –le acaricio la coronilla de la cabeza con su palma en un gesto dulce y después se marchó. El atraía miradas por donde caminaba, aun no determinaba que era esa sensación que la embriagaba cuando él estaba cerca, solo sabía que le agradaba sentirlo.