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Thomas P.D.V.

-Al parecer nunca se dieron vuelta los papeles, ¿eh?

Me quedé helado al oír eso salir de su boca, pero él continuó su camino. ¿Por qué me lo estaba haciendo todo tan difícil? Sí, pasamos un excelente rato juntos y sacié todos mis anhelos al igual que él; sin embargo, eso fue todo, ya que me puedo dar el lujo de repetir la situación, arriesgando aún más mi relación con Bella. Yo la amo y Dylan es solo un hombre que me calienta, por tan vulgar que llegue a sonar eso. No siento amor por él, a excepción del cariño que le he tomado este último tiempo, puesto que no soy una persona insensible, y la atracción hacia él es exclusivamente sexual.

Su físico me deslumbra y echa a andar todas mis fantasías, sin embargo, no nos veo como una pareja. No nos veo de la mano paseando por las calles de alguna ciudad, besándonos con ternura o cuchicheando palabras amorosas y cursilerías, eso lo hago con Bella. Me imagino que él pensará lo mismo...

A veces no sé por qué me preocupo tanto, necesito refrescar mi memoria de vez en cuando para entrar en razón y darme cuenta de que no nos conocemos y no sé realmente qué tipo de persona es, al igual que él tampoco sabe sobre mí. Lo que pasó en ese lugar fue sexo y se mantendrá así. Fue un momento de diversión que, por más que quiera, no ocurrirá nuevamente; no puedo serle infiel a Bella una vez más, me sentiría como la persona más horrible que ha pisado este maldito planeta.

Suspiré y continué mi camino, esta vez sin Dylan en la delantera. Mi celular vibró en uno de mis bolsillos y contesté de inmediato.

-¿Hola?
-Thomas, ¿dónde diablos estás?
-Estoy en... -Observé a mi alrededor, relamiendo mis labios y pensando. ¿Qué excusa le daría a Wes por estar en el bosque? Sería extraño decirle que andaba aquí sin razón aparente.
-¿Estás borracho? Pensé que estabas con Dylan, ya que él también había desaparecido pero llegó recién de... Como sea, dijo que no te había visto. -Le agradecí mentalmente a Dylan por haberse quedado callado; por un instante creí que le contaría a todos algo de lo sucedido en forma de venganza.

Okay, estoy siendo un poco exagerado.


-Voy para allá, Wes -le anuncié en un tono cansado-. Por cierto, no estoy borracho.
-Bueno, bueno. Solo apresúrate, ¿sí?
-¿Cuál es el apuro? -Iba llegando cerca de la fogata y todo se veía igual a como estaba cuando nos habíamos ido-. Ya estoy acá, ¿dónde estás tú?
-Okay. -La línea quedó muda y luego el típico pitido continuo sonó. Me había cortado.
-¿Wes? -Verifiqué en la pantalla si la llamada se había terminado y guardé el teléfono en mi bolsillo.

Examiné el lugar a mi alrededor buscando a Wes entre todas las personas presentes, pero no se veía por ningún lado. Tampoco Dylan.

Quizás dónde se habrá ido... No, Thomas. No te importa.

Suspiré y me crucé de brazos sin saber qué hacer, hasta que de pronto un par de manos cubrieron mi vista. Estaban tibias y, al parecer, eran pequeñas.

-Adivina quién soy -habló una voz cantarina cerca de mi oído.
-¿Es esto algún tipo de tradición?
-¿Qué cosa? -Rió y yo también lo hice.
-Taparle los ojos a alguien en el día de su cumpleaños.
-Mmh... No lo sé, pero todavía no adivinas quién soy.
-Kaya, es obvio que eres tú.
-¿Kaya? ¿Quién es Kaya?
-Es una chica que si no me suelta ahora, tendrá serios problemas.
-Guau, qué rudo eres. Estoy temblando de miedo.
-¿Puedes soltarme?
-No.
-Agh. -Tomé sus manos y las quité de mi cara, para después dar media y verla riendo. Por lo menos tenía quién me hiciera sonreír en estos momentos; me sentía algo desanimado después de lo que pasó.
-Cálmate, gruñón. Y dime... ¿Te lo follaste?
-¡Cállate! -Ella rió a carcajadas y yo solo estaba alarmado por si alguien alcanzó a oír.
-Thomas, nadie escuchó. Quédate tranquilo, vieras tu cara de asustado.
-¡No hagas eso de nuevo! -le amonesté-. No sé si te has dado cuenta, pero no tengo intenciones de que los demás se enteren.
-¿Eso es un sí?
-¿Sí? ¿De qué hablas?
-¡Estás admitiendo que lo hicieron!
-Kaya, por favor, cállate. -Mientras más le rogaba que dejara de gritar, más lo hacía y concluí con que estaba pasada de copas-. ¿Cuánto has bebido?
-Thomas, no estoy ebria.
-Sí, claro...
-Hablo en serio -insistió con austeridad, su expresión transformándose a una que reflectaba el tono de su voz.
-Okay, okay. -Levanté mis brazos en señal de rendición-. Era una broma, por Dios. -Y volvió a sonreír, a lo que imité sus actos.
-¿Me vas a decir qué pasó allá?
-Nada... Aclaramos ciertas cosas y...
-Sí, claro... -me remedó.
-¡Oye! No me molestes.
-Entonces, di la verdad.
-Está bien. Sí, pasó "eso". -Hice comillas con mis dedos-. Listo, ahí lo tienes. ¿Feliz?
-Oh, Dios mío. ¿Y cómo fue? ¿Lindo? ¿Romántico? ¿Erótico? -chilló emocionada.
-Kaya, a veces no sé qué mierda tienes en la cabeza -comenté moviendo mi cabeza en forma de negación.
-Vamos, cuéntame. ¡Por favoooooor!
-Tuvimos sexo, salimos de ahí, llegué aquí y fin. Eso fue lo que pasó.
-Pero quiero saber los detalles.
--No tengo por qué darte detalles sobre mi vida sexual, además, no es como si me enorgulleciera contarte. -Noté como rodó sus ojos y se cruzó de brazos-. ¿Qué?
-¿Te gustó o no?
-Sí... -contesté inseguro- Estuvo bien, sabe lo que hace, pero...
-No me digas que estás arrepentido.
-Sí... Creo.
-Así que imagino que terminarás con Bella.
-¿Cómo? ¡No!
-Entonces, ¿por qué lo hiciste?
-Porque... yo quería y él igual. Está hecho y no pasará de nuevo.
-Pero te das cuenta de que la engañaste, ¿no? ¿O eres idiota y no puedes verlo? -Rodé mis ojos.
-Sí, sí -repliqué ligeramente irritado-. Mira, Kaya, ya tengo suficiente con Dylan y...
-¿Qué le dijiste?
-¿Ahora lo vas a defender?
-No, pero hace un rato lo vi pasar frente a mí y su cara era...
-Me da igual.
-¿Te da igual? -Sus facciones se llenaron de sorpresa, mas también había cierto enfado de por medio.
-No sé qué le pasa, actúa como si fuéramos algo. No entiende el significado de la palabra "sexo", al parecer.
-Lo dudo. Mira, no me voy a entrometer, sin embargo, piensa en lo que haces, por favor. Y en lo que dices. -La miré con el ceño fruncido, sin comprender a qué se debía tanto sermoneo.
-Kaya, tú sabes que te quiero, pero por qué me estás diciendo estás cosas cuando tú misma me apoyabas para que me acostara con él.
-Supuse que si lo hacías, no serías tan estúpido como para después fingir que nada pasó y seguir todo igual.
-¿Estúpido? -recalqué lo dicho por ella, una sonrisa irónica en mi rostro-Sabes, no quiero...
-Solo escúchame y no te molestaré más respecto al tema. Ya te dije que no me entrometeré. -Asentí, cruzándome de brazos-. Si piensas dejar todo tal cual está; muy bien, es tu decisión. Si piensas terminar con Bella, mucho mejor, porque no sé cómo te las vas a arreglar ahora para mirarla a los ojos.

Waiting Game ↠ dylmasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora