17

7.9K 482 371
                                    

Terminé de desvertirme, quedando solo en boxers, y me recosté en una de las bolsas de dormir. El sueño me invadía, haciendo que mis párpados se volvieran pesados; sin embargo, cuando cerraba los ojos no lograba caer dormido.

Habrá pasado una hora y todavía no conseguía ni una pizca de descanso. Minutos más tarde Will entró totalmente ebrio, pero no notó mi presencia. Se acostó como pudo a dormir en una de las bolsas a mi lado y yo me reí disimuladamente al ver cómo se tambaleaba de un lado a otro mientras caminaba. Luego de torturarme con Thomas por otro rato, terminé cayendo en un profundo sueño; su nombre resonando en mis oídos y su rostro habitando mi cabeza.

Thomas P.D.V.

Pasé otro rato junto a los demás. Bella se mantenía a mi lado besándome, rodeándome con sus delgados brazos, casi ahogándome con su amor, el cual no me merezco en absoluto. No obstante, correspondía a todo gesto cariñoso que fuera de su parte. No sé si lo hacía porque lo sentía como mi deber o porque el remordimiento era constante y quería liberarme de ello, mas era consciente de que no estaba actuando en su totalidad de forma honesta.

La amo, y aún así la hiero.

Las palabras de Dylan no salían de mi mente, angustiándome y pensando en la razón de mis emociones. ¿Por qué siento que acabo de sufrir una gran pérdida? Nunca lo tuve y nunca lo tendré. Siquiera teníamos algún tipo de conexión romántica para estar tan desanimado, pero... No sé. A veces comienzo a dudar sobre qué es real en esta situación.

Dieron las cuatro y media de la madrugada y yo estaba exhausto. No bebí demasiado, mas Bella sí, y mucho más de la cuenta.

—Mi amor... —balbuceó. La agarré por la cintura, ya que se notaba que estaba un poco inestable y podría caerse si daba un paso en falso.
—¿Sí?
—Te... Yo... —Paró por un instante, sus ojos brillando y mirándome directamente. Empezó a reír como una desquiciada y no pude contener la risa. Era adorable y me hacía recordar por qué la quiero tanto—. Te... amo.

Un nudo minúsculo pero perceptible se formó en mi garganta. Quería responderle de igual forma, mas no conseguía descifrar a mi subconsciente. Cuando porfín logré controlar mi reacción, hablé. No pensé que alguna vez me costaría tanto articular palabras tan simples como esas.

—Y yo a ti.

No me convencía del todo. Aparté todas las dudas cuando sus labios se encontraban sobre los míos, moviendose de forma torpe y a la vez delicada. Seguí el beso, manteniendo mi agarre en su torso, y llevé una mano a su cara. La piel suave bajo mis yemas me relajaba, y buscaba formas de solo enfocarme en ella. Quería quitarme a Dylan de la cabeza, sin embargo, en el fondo había un recuerdo intermitente sobre cómo se sentía besarlo. Por un segundo creí preferir mil veces sus labios, pero después recordaba a la mujer que tenía en frente y no quería perderla. Es increíble cómo todo puede complicarse en tan poco tiempo.

Nos separamos y la besé una vez más, indagando dentro de mi corazón por cualquier tipo de sentimiento fuerte que pueda hacerme solo pensar en ella.

No me agrada sentirme así. Quiero poder besarla sin culpa, sin saber que a la vez estoy deseando a alguien más, sin tener presente el hecho de que la estoy dañando por más que ella no tenga idea. Dios, puede parecer que no la amo, pero sí lo hago, es solo que necesito recuperar mi balance. Dylan no es real; Isabella, sí. Dylan es solo sexo, Isabella es mucho más que eso y debo hacer lo que sea para no olvidar ese hecho.

Nos alejamos y acaricié su mejilla mientras la miraba a los ojos. Me dedicó una sonrisa ya bastante familiar y, a pesar de no tener tanta lucidez, dijo algo absolutamente coherente. Estando en mi posición, no era algo que me ayudaba.

Waiting Game ↠ dylmasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora