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-No sé por dónde empezar.
-Mmh... Por el final, obviamente -respondió Kaya con un toque de sarcasmo. Rodé mis ojos y vi como me sonreía mientras esperábamos la comida que habíamos ordenado.

Wes nos dio el día libre, así que aproveché de salir un rato junto a Kaya para conversar y, además, pedirle consejos de manera urgente; necesitaba sacar esto de mí y tener la opinión de alguien cercano.

-Bueno, todo comenzó cuando me topé con Dylan en el ascensor hace unos días y después digamos que...
-¿Volviste a sentir lo mismo?
-Exacto. Pero te juro que era lujuria, nada más que eso. Y bueno, me saltaré ciertos detalles pero...
-Dos hamburguesas doble con queso y un plato de papas fritas-dijo el mesero, dejándonos la comida sobre la mesa y unas latas de bebida. Agradecimos y esperé a que se fuera para seguir hablando.
-¿Entonces? -me habló Kaya mientras añadía aderezo a su hamburguesa. Yo solo tomé la mía, le di un mordisco, mastiqué y volví a hablar apenas tragué.
-Cuento corto: otra vez pasó.
-Otra vez pasó... ¿Qué? -puse mis ojos en blanco y le disparé una mirada que prácticamente decía "¿Es en serio?". Cuando noté que su rostro todavía mantenía esa expresión confusa, suspiré profundamente y respondí.
-Pasó eso, Kaya.
-Oh...
-Alguien anda lenta el día de hoy.
-¿Disculpa? Podría haber sido cualquier cosa, no es mi culpa que tú no sepas contar historias, Señor "Por Dónde Empiezo".

Reí, pero ella permaneció seria; no me preocupaba, después de todo, es Kaya de quien estamos hablando.

-Como sea. Pasó eso, pero también algo más.
-¿Qué? ¿Ahora tú eres el activo?

La comida que estaba tragando en ese momento se quedó atrapada en mi garganta, provocando que me atragantara y comenzara a tocer sonoramente. La gente que se hallaba cerca miraba para saber qué ocurría entretanto yo tomaba un gran trago de bebida para conseguir calmarme; miré a Kaya y me di cuenta de que todo el tiempo se había reído de mí.

-¿Quieres matarme? -le pregunté alterado, una tos leve haciendo paso entre mis palabras.
-¡Dios, te hubieras visto!
-No sabes cuánto te odio.
-Lo sé -me respondió con una sonrisa, para luego lanzarme un beso y guiñar.

Rodé mis ojos como por tercera vez en cinco minutos y seguí comiendo sin decir nada; esperaba no tener otro trozo de comida a punto de bajar por mi garganta para cuando Kaya me hablara.

-Como te decía, pasó algo más.
-Y vuelvo a preguntar, ¿ahora eres el activo? -entorné mis ojos y busqué cómo responderle a eso.
-¿Qué...? De dónde... ¿De dónde sacas todo eso?
-¿Qué cosa?
-De que yo soy el... Y ahora soy... Agh, olvídalo -rió e hizo un movimiento de negación con su cabeza.
-¿Me vas a decir de una vez qué es lo que pasó además de que lo hicieron de nuevo?

Tragué saliva y tomé un sorbo de mi refresco. Luego de meditar bien mis palabras, hablé.

-¿Qué mierda significa sentir algo extraño en tu estómago cuando alguien te besa?
-Ehm, creo que eso depende de qué tipo de sensación extraña estemos hablando -contestó la ojiazul mientras le daba una mordida a su hamburguesa.
-Kaya, estoy casi seguro de que esa sensación extraña tenía algo que ver con las famosas "mariposas".
-No me digas que...
-No lo sé, no lo sé -dije frustrado y me pasé una mano por la cara.
-Thomas, necesitas terminar esto ahora.
-¿Lo que tengo con Dylan?
-No, idiota. Hablo de Isabella.
-¿Qué? ¿Estás loca?
-El único loco aquí eres tú, por si no lo has notado.
-No pienso dejar a Isabella.
-¿Qué tal si piensas en el hecho de que estás sintiendo algo por Dylan y te casarás en un poco más de una semana? O mejor, y disculpa que te lo diga así, piensa en alguien más que no seas tú.
-¿De qué hablas? Eso he hecho todo este tiempo, o por lo menos intento hacerlo.
-Sí, claro. Engañar a Isabella es una gran manera de pensar en ella y su bienestar, ¿eh? -exhalé y pasé mi mano derecha por mi cabello.
-No puedo terminar con ella, la destrozaría. Ella... Ella no merece algo así.

Waiting Game ↠ dylmasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora