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Dylan P.D.V.

Estaba cegado por la rabia. ¿Cómo fue que no me contó ese detalle tan diminuto, pero a la vez tan importante? Sé que ya haber tenido sexo con él sabiendo que tiene novia no estaba bien, aunque, sinceramente, no era algo que me preocupara. Lo que ahora sí me preocupa es que está comprometido. Se casará pronto y ni siquiera piensa en cancelar todo, en dejar a su novia. Sería muy diferente si no estuviéramos hablando de algo tan significativo como el matrimonio y que ella, al parecer, en verdad lo ama. Debo admitir que llego a sentir un poco de pena por ella; la pobre no tiene idea de lo que Thomas le acaba de hacer conmigo. Yo debería sentirme mal, digo, todavía existe una parte dentro de mí que logra sentir culpa por sus malas acciones ya que no soy una mala persona; sin embargo, solo siento lástima por ella y tampoco es un sentimiento de gran magnitud. No la conozco y si soy honesto, muy poco me importa lo que a ella le suceda. Solo me importa si eso le afecta a Thomas porque no quiero verlo mal y... Agh, ¿por qué mierda me preocupo por él? Fue sexo; algo tan simple como eso. Dar y recibir placer, pasar un buen rato, terminar con la maldita tensión que siempre existía entre nosotros, concretar mis caprichos. Eso era Thomas para mí: un capricho, pero nunca imaginé que iba a terminar queriendo más de él. Cuando besé sus labios era como si necesitara más y más de ellos. Cuando sus manos recorrían mi cuerpo, deseaba que ese momento nunca acabara. La peor parte es que debo aclarar mi mente porque no estoy seguro de nada. Ese beso me hizo sentir cosas que van posiblemente más allá de lo sexual, y no llevo más de cuatro días de haberlo conocido. Aunque no fue solo el beso; fue el momento en sí.

Me da igual si me dijo que esto no se iba a repetir de nuevo, pero no soy un total desconocido para él. Bueno, técnicamente, lo soy si tomamos en cuenta el hecho de que no sé mucho sobre él ni él sobre mí. Sé que a veces es tímido, que prefiere hablar cuando es necesario y que tiene novia. Sé que le gustan los riesgos porque fue lo que me dijo en nuestra primera conversación: deberías tomar más riesgos, divertirte, atreverte. Y claro, hoy me demostró que sigue al pie de la letra sus consejos porque le importa una mierda las consecuencias de sus actos. Siquiera pensó en mí o en el embrollo que acaba de meterme. No le costaba mucho decir "antes que todo, quiero que sepas que me casaré pronto", y así tenerme al tanto sobre la situación en que me involucré, ya que, como decía, no soy un total desconocido. Nos veremos todos los días hasta el fin de las grabaciones y si después se hace la secuela, volveremos a vernos, sumando el hecho de que si su novia se entera, él no será el único en problemas y supongo que eso es algo evidente.

Seguí caminando por el lugar. Ignoré las miradas ajenas que estaban fijas en mí, solo deseaba despejarme un poco de la noticia recién recibida. Kaya me preguntó si es que estaba bien, yo solo le respondí por lo bajo que no podía seguir viendo y me fui. Me imagino que ella entiende; es amiga de Thomas y debe saber bastante sobre nosotros.

Nosotros. No podía pensar en un nosotros, digo, lo sucedido no significó nada. Se va a casar, fue cosa de una vez y ya está. Ahora lo único importante es mantener el secreto, fingir que todo sigue tal y como siempre. Debo alejar a Thomas lo más que pueda hasta el día de su matrimonio, al cual tampoco planeo ir si me invitan. Después de que se termine la filmación y me vaya por fin a casa, estaré mucho más tranquilo y posiblemente lo veré sin problemas en el día del estreno de la película, al igual que en los días que debamos hacer entrevistas y conferencias todos juntos. Suena tan fácil, mas dudo que lo sea. ¿Por qué? Porque sé que esto no es algo tan simple como pasar una noche juntos y a la mañana siguiente dejar todo en el olvido, escondido en un recóndito lugar de mi memoria. No soportaré mucho tiempo sin querer volver a revivir ese instante. Dios, podría pasar días enteros besando esos deliciosos labios y haciéndolo gritar mi nombre hasta más no poder. Podría mantener mi mente ocupada con lo que sea: sus gemidos, su intensa voz, su piel aterciopelada o sus oscuros y penetrantes ojos observándome con hambre. Podría recordar todo lo mencionado, y mucho más, las veces que quisiera porque eso era lo que tanto anhelaba; no obstante, lo que permanece en mi memoria son sus besos, en especial el primero que compartimos. Suena tan cliché y es a la vez tan cierto: nunca en mi vida había sentido lo que sentí al besar sus labios. Era como una chispa que se encendía constantemente, causando diminutos y diversos cortocircuitos, dándome choques eléctricos por toda mi piel hasta dejar mi mente en blanco, sin nada más que él dentro de ella.

Waiting Game ↠ dylmasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora