El lunes fue como un dèjá vu. Hablamos muy poco durante el día y dentro del set me evitó cuánto pudiera; sin embargo, nos encontramos una sola vez en el pasillo de los vestidores, el lugar completamente vacío y silencioso, y él no halló mejor cosa que hacer más que besarme. Jugueteó conmigo un rato, murmuró mi nombre en mis labios, acarició mi piel bajo la ropa, me sacó suspiros incontrolables y al oír voces cercanas a la puerta de entrada se alejó y salió, dejándome sin comprender nada mientras los muchachos que entraron me observaban y preguntaban si estaba bien. Por supuesto que no estaba bien al tener la mente revuelta y hecha un lío.
Y el martes fue un dèjá vu del dèjá vu anterior. La única excepción es que llegamos al hotel y cometí el error de quedarme conversando en el vestíbulo con los demás. ¿Por qué es un error? Porque Thomas también decidió quedarse y acabamos subiendo los dos solos dentro del ascensor. Apenas había oprimido el botón que indicaba el número ocho y me aprisionó contra la pared, estrellando sus labios con total brutalidad sobre los míos. Me resistí por un instante, tratando de alejarlo y de decirle a mi cerebro que ya era suficiente, mas no tardé mucho en hundirme en sus besos y tacto, pues mi cuerpo parece tener mente propia cuando él está cerca.
Esa misma noche desperté al escuchar la cama crujiendo a mi lado, el colchón hundiéndose y regresando a su forma habitual. Luego sus pies hicieron sonidos casi imperceptibles al hacer contacto con el piso alfombrado y oí tela sacudiéndose, de seguro era por recoger sus jeans o camiseta. Yo permanecí quieto en todo momento, mi espalda hacia él, haciéndole creer que aún dormía plácidamente cuando en realidad me dolía saber que se iría sin siquiera avisar. Pero yo le estaba permitiendo esto, yo le dejaba creer que podía acostarse conmigo siempre que se le diera la gana porque estuve de acuerdo con ser su amante, la persona que le brinda placer cuando lo necesita y después puede quedar todo en el olvido. Además, nunca volví a insistir con mis dudas. No inquirí nada más respecto a lo que había pasado días atrás, a pesar de que deseaba saber con ansias qué fue lo que le sucedió como para haberme tratado mal y haber aplazado su boda. Qué fue lo que transformó de forma radical su comportamiento conmigo. Qué fue lo que le hizo volverse tan distante, lo que lo llevó a verme como un objeto que utilizas para complacerte y al rato desechas.
Sé que no lo amo y sé que no estoy profundamente enamorado de él. Yo podría seguir mi vida al igual que antes, con un poco de esfuerzo, si él decide salir de ella para siempre, no obstante, esto comienza a doler cada vez más. Es como una lesión que no está siendo tratada de la manera que corresponde y empeora, ya que me he vuelto testarudo y quiero tener algo de él. Quiero sentir que, aunque sea por un segundo, está en mis manos; por más que ahora me transmita frialdad a la hora del acto sexual, quiero creer que el Thomas que conseguí ver hace unos días atrás sigue ahí, escondido dentro de esos penetrantes ojos cafés. Y me gustaría pensar que sus justificaciones son buenas y que a lo mejor lo puedo disculpar, sin embargo, hemos tenido sexo dos veces y no nos hemos dirigido ni una sola palabra de forma apropiada desde lo sucedido en el bar hace unos días atrás, cosa que acrecienta mi rencor. Él nunca pidió disculpas o reconoció haberse equivocado, y yo jamás le dije "sabes, da igual". Pero él piensa que sí lo dije y yo refuerzo sus ideas con mis estúpidas acciones y debilidad.
(...)
—¡Corte! —gritó Wes, sus manos haciendo movimientos horizontales de un lado a otro en el aire. Se puso de pie para hablarme desde la distancia— Dylan, ¿puedes concentrarte por favor? —Me miró fastidiado, aunque sé que intentaba no demostrarlo del todo.
—Sí, sí. Lo siento.
—¿Estás bien? Podemos parar, si quieres —preguntó al acercarse a mí con una mirada que ahora denotaba cierta preocupación.
—Ajá. Estoy de maravilla —contesté con una sonrisa falsa y cansada.
—No me convences. Diez minutos —repuso, su índice derecho apuntándome directo al rostro—. Ve y descansa un rato, necesito que estés con los pies en la tierra cuando comencemos a filmar de nuevo.
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Waiting Game ↠ dylmas
FanfictionThomas Brodie-Sangster, un actor de larga trayectoria, lo tiene todo, o al menos eso es lo que él piensa. Con su familia, su novia, sus amigos, una carrera próspera y su futuro matrimonio a punto de concretarse, no hay nada más que podría querer. Pe...