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Baji y Mako disfrutaban de un día soleado en la piscina, riendo y jugando en el agua. Mientras jugaban, Mako notó una cicatriz en el estómago de su padre que nunca antes había notado.
Mako: (señalando) Papá, ¿qué pasó aquí?
Baji, mirando la cicatriz con nostalgia, decidió compartir parte de la historia con su hijo.
Baji: Ah, esto... Fue hace mucho tiempo, Mako. En mis días de pandillas, tu viejo se metió en algunas peleas. Me apuñalaron en una de ellas.
Mako: ¿En serio? ¿Estás bien ahora?
Baji: Sí, hijo, estoy bien. Fue antes de que conociera a tu mamá y antes de que tú vinieras a alegrar nuestras vidas.
Mako: ¡Guau, papá, eres genial!
Baji sonríe ante la reacción de su hijo, pero decide no entrar en detalles más oscuros sobre esa época. Sin embargo, a lo lejos, TN, la esposa de Baji, escucha parte de la conversación y no puede evitar recordar aquellos tiempos difíciles.
TN, con una mirada reflexiva, se acerca a la piscina.
TN: Baji, amor, ¿te encuentras bien?
Baji: Sí, cariño, estoy bien. Solo recordando viejos tiempos con Mako.
TN: Entiendo. Si alguna vez necesitas hablar sobre ello, estoy aquí.
Baji agradece la comprensión de TN mientras Mako continúa divirtiéndose en la piscina. Aunque el pasado de Baji fue tumultuoso, ahora tenía a su familia para crear nuevos y felices recuerdos.
