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La lluvia golpeaba con fuerza contra el parabrisas del auto mientras Ran y TN conducían de regreso a casa después de lo que debía ser una cena romántica. Sin embargo, el ambiente dentro del automóvil estaba cargado de tensión, con los dos discutiendo casi a gritos sobre una situación que había surgido durante la cena.
TN. ¡No puedo creer que estés celoso por algo tan trivial como la forma en que el mesero me miraba!
exclamó TN, su voz cargada de frustración mientras miraba por la ventana empañada.
Ran. ¡No es trivial, TN! ¡No me gusta cómo te miran otros hombres!
respondió Ran, su tono lleno de celos y resentimiento.
La discusión continuó mientras el auto avanzaba por la carretera mojada, con los dos atrapados en un ciclo interminable de acusaciones y recriminaciones. La tensión en el aire era palpable, pesada como plomo, y ninguno de los dos parecía dispuesto a ceder.
De repente, el auto perdió el control en la carretera resbaladiza, deslizándose peligrosamente hacia el carril opuesto. Ran luchó desesperadamente por recuperar el control del vehículo, pero era demasiado tarde. El sonido ensordecedor del metal retumbó en el aire cuando el auto chocó violentamente contra un camión que se acercaba.
El impacto fue brutal, y el mundo pareció detenerse por un momento mientras el automóvil se sacudía con la fuerza del choque. Ran y TN fueron arrojados hacia adelante con la fuerza del impacto, sus cuerpos golpeados y magullados por la fuerza del choque.
Cuando finalmente el auto se detuvo, Ran recuperó el aliento y miró a su alrededor con ojos desesperados.
Ran. ¡TN, TN, despierta!
gritó, su voz llena de pánico mientras sacudía suavemente a su esposa.
Pero no hubo respuesta. TN yacía inmóvil en el asiento del pasajero, su cuerpo inerte y sin vida. Un grito desgarrador escapó de los labios de Ran cuando se dio cuenta de que era demasiado tarde, que había perdido para siempre a la mujer que amaba.
Las lágrimas brotaron de los ojos de Ran mientras tomaba la mano fría de TN en la suya.
Ran. No, no puede ser verdad. Por favor, despierta
murmuró entre sollozos, su corazón destrozado por la pérdida abrumadora.
Pero no importaba cuánto lo intentara, TN no volvería. La realidad de su muerte se había asentado, dejando a Ran solo con su dolor y su angustia mientras enfrentaba el abismo oscuro de la pérdida. En ese momento, el mundo se había detenido para él, y nada volvería a ser igual.
