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En la reunión de padres en la escuela de Mizu, TN y Izana esperaban compartir una velada tranquila, pero un hombre se acercó a TN con intenciones más allá de una conversación casual.
Hombre: Hola, hermosa. ¿Eres la mamá de Mizu?
TN: Sí, soy la mamá de Mizu. ¿En qué puedo ayudarte?
Hombre: Solo quería conocerte mejor. ¿Podemos tomar un café después de la reunión?
Ante la insistencia del hombre, Izana, notando la incomodidad de TN, decide intervenir.
Izana: ¿Hay algún problema aquí?
Hombre: No, no hay ningún problema. Estábamos teniendo una conversación amistosa.
Izana: Puede que tú lo veas así, pero si te vuelvo a ver cerca de mi esposa de esta manera, las cosas no serán amistosas.
El hombre, sintiendo la tensión en el aire, decide retirarse, y TN mira a Izana agradecida.
TN: Gracias por eso, Izana. No sabía cómo manejar la situación.
Izana: -besa la frente de TN- No permitiré que nadie te haga sentir incómoda. Eres mi esposa, y te protegeré.
La reunión continúa con un ambiente más relajado después de la intervención de Izana, y TN aprecia el gesto de su esposo. Juntos, enfrentan cualquier desafío que se presente en la crianza de Mizu.
