Mikey estaba completamente concentrado en su entrenamiento para la próxima carrera de motocicletas cuando de repente, el estridente sonido del teléfono rompió el silencio del garaje. Su esposa TN, quien estaba cerca como siempre, contestó el teléfono. Una llamada de la escuela indicaba que Raito, su hijo, se había metido en problemas nuevamente.
TN, con un ceño fruncido, le informó a Mikey sobre la situación, pero él no mostraba mucho interés en interrumpir su entrenamiento. Sin embargo, TN no estaba dispuesta a aceptar una actitud pasiva y, con determinación, arrastró a Mikey hacia el auto. Mikey protestó, pero TN no cedió, sabía que era hora de actuar.
En el camino hacia la escuela, la tensión era palpable en el auto. Mikey estaba molesto por haber sido interrumpido en medio de su entrenamiento, mientras que TN estaba preocupada por lo que podría haberle sucedido a Raito. La tensión se acentuó cuando discutieron sobre cómo abordarían la situación con su hijo.
Mikey: No entiendo por qué tenemos que ir nosotros. Raito es lo suficientemente grande como para solucionar sus propios problemas.
TN: Mikey, sabes que esto es importante. No podemos simplemente ignorar lo que está pasando.
La discusión continuó mientras se acercaban a la escuela. Mikey estaba frustrado y TN estaba decidida a resolver el problema. Finalmente, llegaron a la escuela y se dirigieron a la oficina del director.
La conversación con el director fue tensa. Raito había estado involucrado en un altercado menor con otro estudiante y las consecuencias eran serias. Mikey y TN tuvieron que escuchar las preocupaciones del director y discutir cómo abordarían la situación en casa.
Después de una larga conversación, salieron de la escuela con Raito a su lado. Aunque el viaje de regreso a casa fue silencioso al principio, eventualmente comenzaron a hablar sobre lo sucedido y las lecciones que Raito podría aprender de la experiencia.
Después de subir a Raito al auto, quien estaba visiblemente afectado y comenzaba a llorar, TN no perdió tiempo en iniciar una reprimenda.
TN: Raito, ¿cómo pudiste meterte en este lío? ¡No puedo creer que...
Sin embargo, Mikey interrumpió la regañina de TN con una propuesta inesperada.
Mikey: Oye Raito, ¿qué te parece si vamos al parque un rato? Tal vez podamos hablar un poco y relajarnos.
TN, claramente molesta por la interrupción de Mikey, se giró hacia él con una mirada de incredulidad y disgusto.
TN: ¿En serio, Mikey? ¿En medio de todo esto, piensas que es momento de ir al parque? ¡Raito necesita entender la seriedad de lo que ha hecho!
Mikey, sin inmutarse por la reacción de TN, mantuvo su postura.
Mikey: Solo estoy tratando de ayudar, TN. Creo que necesitamos un momento para calmarnos todos y luego podemos hablar de lo sucedido.
TN, frustrada por la actitud de Mikey, sacudió la cabeza con exasperación.
TN: Eres tan infantil, Mikey. Siempre quieres ser el buen amigo en lugar de asumir tus responsabilidades como padre. Este comportamiento es exactamente por qué Raito nunca toma las cosas en serio.
La tensión en el auto era palpable mientras continuaban su camino hacia el parque. Raito, entre sollozos, permanecía en silencio, mientras que Mikey y TN intercambiaban miradas de desacuerdo.
A pesar de las diferencias de opinión, Mikey y TN sabían que debían encontrar una manera de abordar el problema juntos y ofrecer el apoyo necesario a Raito en un momento difícil.
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Siendo padres - Tokyo revengers #2
Fanfictionsegundo libro con los personajes de Tokyo revengers