🎴One shot 🎴

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El sol de la mañana se filtraba a través de las ventanas del aeropuerto de Narita, bañando la terminal en una cálida luz dorada

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El sol de la mañana se filtraba a través de las ventanas del aeropuerto de Narita, bañando la terminal en una cálida luz dorada. Izana, con su pequeño hijo Mizu en brazos, observaba con una mezcla de emociones mientras se preparaba para comenzar un nuevo capítulo en sus vidas. Había sido un viaje largo y agotador desde que dejaron su hogar en Japón hasta llegar al aeropuerto, pero Izana sabía que valdría la pena.

Con pasos cuidadosos, Izana se acercó al mostrador de la aerolínea, donde una amable asistente lo recibió con una sonrisa comprensiva.

X. ¿Cómo puedo ayudarte hoy, señor?

preguntó la asistente, notando la mirada cansada pero determinada en los ojos de Izana.

Izana. Ir a Filipinas, por favor.

respondió Izana con voz suave pero firme, ajustando con cuidado la manta que cubría a Mizu para protegerlo del fresco del aire acondicionado.

Después de revisar su reserva, la asistente le entregó a Izana sus boletos y le deseó un buen vuelo. Con un suspiro de alivio, Izana se dirigió hacia la puerta de embarque, sintiendo el peso del bebé en sus brazos mientras se preparaba para abordar el avión.

El vuelo fue largo y tranquilo, con Mizu durmiendo pacíficamente en los brazos de su padre durante la mayor parte del viaje. Izana aprovechó el tiempo para reflexionar sobre los últimos meses, recordando el día en que TN había fallecido y cómo había tomado la decisión de mudarse a Filipinas en busca de un nuevo comienzo para él y su hijo.

Finalmente, el avión aterrizó en el aeropuerto internacional de Manila, donde fueron recibidos por el cálido abrazo del clima tropical. Izana se sintió aliviado al pisar tierra firme, sabiendo que estaban un paso más cerca de su nuevo hogar.

Después de recoger su equipaje y pasar por el control de aduanas, Izana salió del aeropuerto con Mizu en brazos, sintiendo la brisa salada del océano en su rostro mientras se dirigían hacia la parada de taxis.

Izana. ¿Estás listo para ver nuestro nuevo hogar, Mizu?

murmuró Izana con una sonrisa, sintiendo el latido del corazón de su hijo contra su pecho.

Mizu bostezó en respuesta, sus pequeños ojos cerrados en un sueño tranquilo. Izana se rió suavemente, sintiendo una oleada de amor y gratitud hacia su hijo mientras caminaban juntos hacia el próximo capítulo de sus vidas en la hermosa playa de Filipinas.

El taxi se abrió paso por las pintorescas calles de la isla, con Izana y Mizu mirando por las ventanas con asombro mientras disfrutaban del paisaje tropical. El aroma del océano y el sonido de las olas rompiendo en la costa llenaban el aire, creando una sensación de paz y serenidad que Izana había estado anhelando desde hacía mucho tiempo.

Finalmente, el taxi llegó a su destino: una encantadora casa junto al mar, con una vista impresionante de las aguas cristalinas y la suave arena dorada. Izana pagó al conductor y agradeció su ayuda antes de salir del vehículo, sosteniendo a Mizu con cuidado en sus brazos.

Una vez dentro de la casa, Izana respiró hondo, sintiendo una mezcla de emoción y nostalgia mientras miraba a su alrededor. Era un lugar hermoso, pero también estaba lleno de recuerdos de tiempos más felices con TN. Con determinación, Izana llevó a Mizu a su habitación y lo colocó suavemente en su cuna, asegurándose de que estuviera cómodo antes de continuar con su plan.

Con las cenizas de TN en una urna delicada en sus manos, Izana se dirigió hacia la playa, con Mizu en un portabebés seguro contra su pecho. El sol brillaba en lo alto, iluminando el camino mientras caminaban por la suave arena hacia el borde del agua.

Al llegar al borde del mar, Izana se detuvo, mirando hacia el horizonte con una mirada melancólica en sus ojos. Tomó una profunda respiración, recordando los momentos compartidos con TN, los sueños que habían compartido y los momentos de felicidad que habían experimentado juntos.

Con manos temblorosas pero firmes, Izana abrió la urna y dejó que las cenizas de TN se dispersaran suavemente en el agua, llevadas por la brisa marina hacia lo desconocido. Una lágrima solitaria se deslizó por su mejilla mientras miraba el mar, despidiéndose silenciosamente de su amada esposa y dejándola ir con amor y gratitud en su corazón.

Izana. Adiós, mi amor

murmuró Izana con voz suave, sabiendo que TN siempre viviría en su memoria y en el amor que compartían. Con Mizu a su lado, miró hacia el futuro con renovada esperanza y determinación, listo para enfrentar los desafíos que vendrían con la fortaleza que solo el amor verdadero puede proporcionar.




Aquí un nuevo One shot.

Espero que te guste.

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Gracias por leer.

Bye bye 💋💋

Siendo padres - Tokyo revengers #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora