Capítulo 40

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Este capítulo cuenta con errores ortográficos, falta de contexto y uno que otro detalle.

Aún así disfruten.💋

Tayler Aragon.
🗡️

Tu peor pesadilla.

El maldito bufón está rastreando el objetivo pero éste no se queda quieto, se mueve estratégicamente, no se detiene por más de diez minutos en un lugar y esto me está matando, no soy capaz de procesar.

Los tímpanos se me tapan.

—Seguramente está enojada o ebria. O, probablemente le regaló el anillo a un corredor —la comedia le bufón no me ayuda.

—¿El anillo tiene rastreador?

—¿Cómo crees que lo encontré? —gruñe a mi lado—. Ese zafiro ha estado por más de 200 años en mi familia y tú lo tiras como un ráscale defectuoso afuera de un club Yakuza.

Ignoro su pésimo sentido del humor porque yo sólo necesito llegar y ahorcar a esa loca. No podemos hacer esa estupidez de cambiar la ruta como las últimas dos veces así que le digo al inútil que aterricemos en el complejo para de allí tomar a los hombres y traerla antes de que decidan que se la van a quitar al Rey. Algo sumamente estúpido porque todos saben que es mía, nadie se creyó el circo, al menos no nadie de mi mafia interna.

—Está cerca —dice cuando planeo el aterrizaje—, creo que está acercándose en un club del Yakuza.

Aprieto los controles tratando de no dejarme caer porque seguramente está en el nudista, le encanta hacer tonterías.

«No», mi subconsciente me regaña. Como si tuviese conciencia. Algo no se siente bien, mi aire no circula cómo debería.

—Mientras tú vas por ella me comunicaré con Damon que hace unas horas ayer, dice que...

—A nadie le importa.

—Que humor, ya cásate —dice y se carcajea—. No, pero dice que Lovely le comentó sobre una zona y encontró la isla del cuervo. Que esta información era sólo para ella, no para el FBI, supongo que tiene algo que ver con su seudónimo.

«¿Por qué la viuda negra quiere saber adónde llevan mi mercancía robada?», algo hace eco.

—¿España?

—Eso dijo, seguro que escuchó dentro de las pandillas de los italianos, quizá fue a algún club y escuchó algo, ya sabes que Love no se queda quieta.

«Que sí lo sé»

Aterrizamos e ignoro el dolor de cabeza que tengo cuando salgo y los hombres nos hacen frente. El bufón sigue parpaloteando.

—Coddy me dijo que probablemente pronto entrara al punto —informa—. Aún no sabe la ubicación porque llegaron y desaparecieron, sólo hay unos pocos fuera y dicen que se irán antes del viernes.

—¿Qué saben de la misión suicida? —escupo y entramos al lugar.

Le ordené que le dijera que no saliera, la conozco, sé que le encanta llevarme la contraria y yo no puedo estar respirando si sé que está afuera.

𝐄𝐬𝐭𝐨𝐜𝐨𝐥𝐦𝐨 4 (+21) ©  BORRADORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora