𝐄𝐬𝐭𝐨𝐜𝐨𝐥𝐦𝐨 4 (+21) © BORRADOR

Capítulo 30

Tayler Aragon.

🗡️

Diamante en bruto.

Creí que había tocado fondo pero tal humillación de hoy me deja claro que he perdido los estribos. Necesito que mi puesto como el líder de la mafia se mantenga y por ello tomo la ruta al sur de Londres que me lleva a negociar con el líder del clan serbio. Los sobrevivientes de la guerra del 2025 fueron acogidos en Alemania, mi tierra madre.

Mi padre se amarró el dedo antes de, haciendo socios por todos lados por eso mi mafia es una de las más grandes del mundo, ya que, tengo a rusos, polacos, estadounidenses, asiáticos, indus, mexicanos, chinos, etc.

Su lealtad va hacia mí, en la guerra les dieron la espalda y de allí todo cambió. Yo soy para ellos su líder, sin importar qué Rusia sea conocida como tener a la mafia más "poderosa" que es la Bratva.

La pirámide la controlo yo, y nadie se atreve a retarme. Fueron testigos de mis fechorías hace unos años y fueron testigos del hombre que mató a su madre por traición. Después de eso el diario del cazador sólo crece, crece, y crece. Lo aprendí de las historias que el bufón veía cuando éramos niños, él me dió nombre y yo lo levanté como un trofeo.

Los italianos han querido asociarse conmigo desde hace mucho pero no tengo tiempo ni de pensar ya que estoy a nada de defecar dinero.

Félix es el único hombre de confianza pero aún quiero estrangularlo. Ya le rompí la nariz, y me da lo mismo porque no tenía derecho de irle a llorar a esa maldita infiel que siempre se sale con suya. Desperté un poco después de que se largara y comencé a hacer mi trabajo. Regresó a su vida perfecta, y la dejaré jugar para después arrancarle el cuello a ese flaco insípido. Apenas amanece y ya me quiero volver a encerrar.

Tallo mis sienes con la maldita ebriedad que tengo. Me suda la nuca por el dolor infernal que me hace sentir una estampida de caballos en las sienes aunque esté nevando.

Los armamentos del dragón están llegando, lo distribuyen en mis distintos puntos. Se va a largar con la mujer para ponerlos seguros, nadie se espera nadie lo que tengo planeado, y es que ya me harté de estupideces. Parezco todo menos un maldito mafioso. Sin embargo, vengo planeando esto desde que lleve a la mansión a esa dulce encantadora.

Recibo a una esclava que me entregan los hombres del Yakuza. Necesito parecer concentrado y no que no puedo correrme si no tengo a ciertos ojos mirándome, necesito que vean quién soy. Al menos el mismo que fui.

Mis hombres viajan conmigo y otros aparte para darles un poco de mi sustancia. Es por lo que se mueren así que se los daré a cambio de hombres.

—Amo —habla la sumisa hincada a mi lado en la camioneta mientras sorbo licor—. ¿Mi amo quiere que los haga sentir bien?

Tiene un collar que la hace ver como una de las favoritas. Sólo la alpha tiene un collar rojo con una estampa de DS estampado con oro. La favorita del Yakuza porque mía no. No sé ni quién es.

La sumisa se estimula sin tomarme mientras acaricio su cabeza para que sienta placer. Ser dominante es todo, y para ella soy todo.

Había tenido esta parte de mí aguardada pero no tiene caso, ya que ni siendo "bueno" tengo lo que quiero y cómo lo mío es mío lo tomaré a la fuerza.