𝐄𝐬𝐭𝐨𝐜𝐨𝐥𝐦𝐨 4 (+21) © BORRADOR

Capítulo 53

Lovely Walker.

¿Quién es quién?

Después del trato con la rebelión vuelvo a mi apartamento a empacar y ponerlo en venta, ya no necesito estar aquí, no quiero este lugar. Subo todo al auto que me dejó Elton y marco el número que necesito, necesito ver a alguien antes de irme al complejo.

Me estaciono en el hospital y sigo hasta en doceavo piso.

—Hola, buenos días —le digo a la recepcionista—. ¿Me daría informes de Matthew Reid?

Teclea algo y me mira sobre las gafas de marco dorado.

—Está en recuperación —dice—. Las visitas son a partir de las ocho.

—No puedo pero somos amigos y compañeros de trabajo...

—Me temo que no puedo hacerla pasar —dice—, él debe descansar.

—Sólo un momento.

—No hay nada que pueda hacer...

—Le pido...

—Déjela pasar —habla una voz que reconozco.

Veo al doctor Reid que me indica con la mirada que lo siga, el camino se vuelve ruidoso por mis botas y el silencio del pasillo sin un suspiro.

Se detiene frente a una puerta y me mira.

—Lo lamentó, Walker, jamás quise que nada de lo demás te sucediera —aguanto las ganas de matarlo—. Tenía miedo de lo que le podrían hacer como ahora y está enamorado de ti. No tengo nada en tu contra, al final eres una niña que vendieron para mantenerla viva y eso te ha costado más que morir.

Enarco la ceja y asiento ante su discurso.

—Pero aléjalo de ti y todo el infierno que te rodea —advierte y acorta espacio—, antes de ti no había recibido un impacto de bala. Da gracias al cielo que soy el mejor cirujano de reino unido, porque si mi hijo queda cojo por tu culpa te amputo la pierna.

—No hace falta que me diga lo que ya sé y definitivamente no tiene que decirme quién soy y qué papel juego. —enarca la ceja—. Y no me vuelva a amenazar porque olvidare que es padre de Matthew y se lo entregaré a su familia en pedazos pequeños. Tampoco voy a olvidar que reanimó a mi bebé, y que uso todo su conocimiento porqué estuviera vivo, pero tampoco olvido que de no ser por usted sabríamos las fechas del embarazo de Selinne. Así que —acorto espacio—, no vuelva a amenazarme.

Asiente y se retira después de aniquilarme. Abro la puerta encontrando al hombre más noble que he conocido. Uno al que corrompí y lleve a la locura, ahora es otro, en su mirada lo es.

—Hey —dice acomodándose en la camilla.

—¿Qué tal estás?

Me acerco a la camilla. Resopla y veo su pierna elevada.

—Matt —trato de decir peor me frena.

—Lo sé pero no es tu culpa enamorarte de la persona incorrecta...

—No est...

—Nunca he creído en el amor como tal pero sé que por ti siento eso —confiesa y trago amargo—, me tomó los meses que estuviste fuera para admitirlo, así como Damon, así como todo el que se acerca a ti y termina siendo atraído al caos que eres.

Me río quitando las lágrimas de mis mejillas.

—Pero siempre he sabido que mereces más que alguien que te ponga debajo de otra —toma mi mano—, y quizá yo jamás logre protegerte, mover así el mundo por ti, pero tampoco te abandonaré, ni ahora ni nunca.