Capítulo 55

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Lovely Walker.
🥀🕷️

Una trinidad.

La alarma del complejo me hace gritar cuando la pesadilla, el sudor, la luz, el dolor de la parte baja me hace retorcerme, meto la mano y ruedo los ojos al darme cuenta de que me bajó. Entro al baño, me doy una ducha para prepararme y poder quitarme la sangre así cómo las sábanas que se mancharon debido al sangrado.

Necesito ir al doctor. Quizá si adelanto la cirugía me largaré más rápido, no soporto un segundo más al lado de ese maldito y su mujercita trofeo. Me dan ganas de matarla para ver adónde se consigue otra y decir: denme tiempo para un heredero.

Coloco un tampax sin sufrimiento debido a que un maldito animal se insertó en mí como desquiciado hace poco. Me arreglo con jeans oscuros y blusa roja escarlata de gamuza que alinea mis tetas con el escote cuadrado, para toparme en el umbral de la puerta con Elton bañado en perfume.

—¿Vamos al doctor o vas a buscar coños? —abro mi ventana tratando de agarrar aire fresco y no su perfume que olía bien hace un mes.

Hay soldados entrenando en el patio interno hacia el bosque.

—Ambas —dice mordaz—. ¿Has notado que estás mucho más sexi? Ayer casi haces que me corra.

Frunzo el ceño ante su coquetería.

—¿Qué quieres? —ladeo la cara y me cruzo de brazos para encararlo.

—¿Me cubrirías con Aragon? Quiere que vaya a una reunión de negocios pero tengo cosas que hacer con una chica muy atractiva...

—Aragon y yo estamos en una barrera de cuatro paredes así que, no.

Rueda los ojos. Saco mis llaves, cartera, placa y arma.

—¿Vamos al del complejo? —inquiere.

—No, tengo ganas de unas hamburguesas —saco a niebla con la correa—. ¿No quieres un batido?

—¿Tú invitas?

—Claro, tú pagas mi sueldo —le guiño el ojo.

—¿Has pensado en que haremos para navidad? —niego porque mi última navidad fue un asco.

Me envuelve el brazo en los hombros.

—Estaba pensando en hacerle una fiesta de cumpleaños a Tayler y usar disfraces —comenta y se me retuerce el estómago.

Tayler va a cumplir 31.

No sé porque se me atraviesa la estupidez de regalarle algo a ese perro infiel mentiroso. Lo odio. De hecho no entiendo cómo antes le tenía miedo. Lo quiero ahorcar, ahogar y estrangular.

«Con mis piernas»

«No», me regaño.

—Prefiero hacer algo en navidad —evito el tema de ese maldito—. Y, por el bien de ese imbécil espero que no salga con una sorpresa de embarazo falso.

—Por favor, es sólo una fachada, Isabelle y él sólo están juntos aquí o ella en los clubes —me abraza y besa mi sien.

𝐄𝐬𝐭𝐨𝐜𝐨𝐥𝐦𝐨 4 (+21) ©  BORRADORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora