𝐄𝐬𝐭𝐨𝐜𝐨𝐥𝐦𝐨 4 (+21) © BORRADOR

Extra

⚠️Lo que están apunto de leer puede ser perturbador en algunos aspectos, las advertencias lo dicen, pero en fin. También hay MM, y escenas de paralifilias. Si no están listos para leerlo, no sigan.⚠️

Damon Armstrong.

Sabe a cereza 🍒

Suspiro llenándome de rabia porque es el único sentimiento que puedo sentir ahora. No la pude ver, sólo se la llevó, desapareció hace días, y nadie sabe nada.

Pero yo estoy apunto de perder el control, y yo no puedo porque cuando lo pierdo le hago daño. Más daño.

Embarazada.

Estaba embarazada de él y no de mí, iba a darle un hijo a él. Iban a ser una familia, y vivir en una puta casa lejos del mundo como a ella le gusta. «¿Qué hago sin Love?»

Empino la botella de cerveza y en dos tragos me pido otra, aparto la lágrima que se desliza. No debería pensar tanto, he trabajado en ello por mi vida y familia. Por ella, ya no puedo volver a destruirla, tratando de arrebatarla de sus brazos cuando sé perfectamente que lo ama, lo veo en sus ojos.

Lo vi el día que fuimos por ella, en el hospital, la veo cada que estoy cerca y lo observa. Hay un brillo, ese del que hablaba Ostin, ese maldito sabía algo que yo no, porque dijo que había brillo cuando me miraba, y lo hay, pero él, a él lo atraviesa con la mirada.

Incluso después de lastimarla, lo amaba, y yo la lastimé pero no tuve esa suerte. Y duele, joder, duele más que nada...

—¿Damon? —una voz me hace girar y debo entrecerrar los ojos para percatarme de que es el ex novio.

Me muestra la tarjeta que me di, observa el lugar y regresa a mí.

—¿Qué haces bebiendo solo?

—Pensando en la mujer que te trajo hasta aquí —suspiro—. Dos tequilas para él de aquí —le pido a la mujer del Yakuza que tiene una prótesis en el brazo.

Escanea el lugar como si nunca hubiese estado en uno.

—¿Has sabido algo de Love? —inquiere pero niego.

La música incrementa, gritos y festejos.

—¿Qué es? —giro con su pregunta y me desparramo en la silla, recargando los codos de la barra.

—Elton —digo y me acabo la cerveza de nuevo—. Seguro ya la encontró porque estaba buscándolos.

El Rey salta a un trampolín de mujeres desnudas y gritan, festejan, beben. Yo sigo bebiendo, no tengo ganas de estar aquí, sólo quiero amar a alguien más.

Ruedo los ojos cuando veo al hermano de Ellie medio desnudo llegar hasta nosotros.

—¡Mira a estos rostros! —palmea la mejilla de ambos, le doy un manotazo—. Dejen las caras largas, la muñeca está bien. Estará en rehabilitación y volverá.

—¿Dijo algo de mí? —inquiere el ex y casi me carcajeo.

Elton se queda en silencio incómodo.