𝐄𝐬𝐭𝐨𝐜𝐨𝐥𝐦𝐨 4 (+21) © BORRADOR

William Barrow

Las cámaras enfocan al inútil sucio que quiero matar, pero lo que cala mis huesos es la mujer que saca casi inconsciente.

He estado buscándola, tratando de localizarla desde que vi esa fotografía, ese vídeo, se que ella puede con esto pero no parece estarlo haciendo y está con él.

Está con él a pesar de que es el culpable, y ni siquiera ha tratado de comunicarse, no lo hizo, siempre fui yo el que la busqué, le confié mi vida, mi gente y mi destino. Ella no lo valoró.

Entran a una tienda de veinticuatro horas, no la deja en ningún momento y al volver el alma sale de mi cuerpo cuando trata de meterla y ella se estrella en su boca, él sujeta sus caderas, la levanta en el aire y puedo casi escuchar su aliento.

La viuda negra jugó y se enamoró del hombre que debía matar, el hombre que la destruyó. El cual por su culpa perdí todo, la quería ella como un pago por perder toda mi vida.

Me dejé engañar y seducir por la diosa de carne y hueso, la mujer que parece irreal. Camina sobre la tierra pero nunca sabré si es verdad o inventos míos. Probablemente es su cuerpo o los ojos que lanzan rayas, pero es mentira, es el alma y espíritu que emana, es su sonrisa cada que escupía sangre, son sus lágrimas y calor. Es la mujer en que se convirtió.

Averiguaré qué le quitaron, porque yo le quitaré lo que más ama en la vida.

Arrugo el papel que me trajo uno de mis matones con el ultrasonido. Ella ha sobrevivido a perder a sus hijos muchas veces, pero eso no la ha quebrado ni lo hará.

Aún así duele. Pero haré lo que me pidió; exploraré Londres y dejaré que ella lo vea, porque así obtendré al cazador.

No puedes confiar en una mujer de su calaña, hipnotizando al Boss de Bratva y enamorando al Cazador, así como hipnotizado al ahora muy resonado; imitador.

Yo soy la rebelión. Un hombre que tiñe su perdida con sangre que le quita a los que le arrebataron, los ve sufrir y jamás los suelta.

Soy eso que dicen batería de la mafia porque he logrado que el dolor construya mi imperio.

Ella lo sabrá, quería ser viuda negra. Yo sé lo daré.