Capítulo 56

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Lovely Walker.

🥀🕷️

Momentos antes

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Momentos antes.

La carta.

Doy vueltas por horas con las manos temblando, todo se está viniendo abajo, si Aragon sabe que tuve que ver con la información va a matarme sin importar nada, conocí su furia cuando lo engañé y ahora que lo traicioné me va a partir por mitad, pero no como me gusta.

Niebla está peor que yo, ruge cada nada con todo el genterio que hay, soldados llegaron, la mansión está rodeada, nadie sale u entra sin ser revisado. Los sirvientes de Elton no dejan de traerme de comer, té y un montón de cosas que no necesito.

«Necesito salir de aquí antes de que me maten»

Podría llamar a alguien para pedir asilo, ayuda, no lo sé. No tengo a nadie, no hay nadie, y si hablo con Will...

El teléfono me vibra y pego un brinco ganándome la mirada de los presentes. Veo un número desconocido y descuelgo llevándomelo a la oreja mientras observo por la ventana el montón de uniformados.

—¿Cariño? —la voz de mi padre me hace suspirar—. ¿Estás bien?

Asiento aunque no me vea.

—Sí, estoy bien. ¿Ustedes?

—Bien, cariño —carraspea—. Esto será rápido, sólo necesito pedirte un favor.

—Claro —digo tratando de que nadie escuche, por suerte están viendo las noticias.

Los escombros, bomberos, soldados y camarógrafos se ven a la vista mientras tratan de calmar el caos. Hay voces y apenas respiro.

—Jossie necesita de tu protección —me pide y siento que me atropellan. No puedo—, estaba con nosotros en Londres pero pasó esto y ahora sabe que pueden verla, los niños están con ella, tus sobrinos. Ambos. Aragon les quito la protección y lo que tuviese, dijo que no la ayudaría a moverse a ningún lado. Es un caos, todo pasó tan rápido.

Todo se me retuerce y busco la mirada de alguien pero sólo me encuentro con la mirada de la tal Isabelle. Ellie pasa corriendo hacia la puerta y camino lentamente hacia ella.

—Papá, no creo que...

—¡Maldita sea, Lovely! —grita Miranda—. Es tu hermana y tus sobrinos, ella no está protegida, son tus sobrinos, lo único que te queda.

—Supongo que sí —digo sin procesar—. Hablaré con el Rey.

—Gracias, cariño —dice mi padre—, sabemos lo difícil que es para ti...

—¡Mami, Love! —grita una voz y cuelgo.

Corro hacia el bebé de cabello rubio y le doy besos en toda la cara. Se aferra a mi cuello y peino sus rizos. Huele a bebé, aspiro su aroma tan suave y reconfortante.

𝐄𝐬𝐭𝐨𝐜𝐨𝐥𝐦𝐨 4 (+21) ©  BORRADORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora