Goku en Go-Toubun No Hanayome

Volumen 4: Nuevos Comienzos. - Parte 2

Pronto amaneció en esta parte del mundo anunciando el comienzo de un hermoso día. Los pájaros cantaban, los niños salían a comprar leche y la delincuencia volvía a su curso de acción habitual. Era como si todo el estrés que hubo en la ciudad hubiera sido nada más como una horrenda pesadilla. Lastimosamente eso estaba lejos de la realidad.

Cuando un joven de cabellera verde comenzó a sentir la pesadez de sus párpados en respuesta a su consciencia casi restablecida, este pronto se encontró radicalmente sorprendido por la repentina entrada de otro joven con cabellera negra y desordenada.

Este, por supuesto, no era otro que Son Goku, aquel chico que se hizo de una fama y reconocimiento en casi todo Japón por su brillantez y por su valor, aunque algunos conspiranoicos aclamaban que toda su popularidad se debía a que el gobierno había implementado ese "puesto" de "pseudo héroe profesional" para mantenerlo bajo vigilancia y controlarlo. En cualquier caso, este joven entró a la habitación de Izuku azotando fuertemente la puerta mientras exclamaba: "Es hora de tu último entrenamiento, Izuku". Eran apenas las seis de la mañana.

- Vamos~, hermano, déjame descansar un poco más. - El desvelo de la noche anterior había sido demasiado para él ya que All Might lo había contactado y no pudo rechazar la invitación. Como resultado, terminó llegando a su casa por la madrugada y sumamente cansado mentalmente.

- ¡Esas son meras excusas!, además, necesito que me ayudes en unas cuantas ideas que tengo. - Justo después de decir eso,  y de manera muy escalofriante, el cuerpo de Izuku se desvaneció de la cama hasta reaparecer enfrente de Goku con su ropa de entrenamiento y con una mochila amarilla; su rostro cansado no se veía por ningún lado y, de hecho, todo su cuarto ahora estaba en perfectas condiciones. - ¿Eh?, ¿qué..?. - Naturalmente Goku había quedado asombrado por su velocidad sobrehumana puesto que no pudo ver el momento en el que hizo todo.

- ¡Andando!. - Fue ahora Izuku quien gritó con entusiasmo mientras se retiraba de la habitación con una estruendosa risa y con unas fuertes pisadas. Seguramente imitando a All Might mientras apuntaba al aire con su mano hecha puño.

- ... -

Es cierto, siempre que Goku le mencionaba cosas que tuvieran que ver con el entrenamiento ó nuevas tácticas ó técnicas de pelea ó preparación, Izuku era el primero en salir. Goku sonrió con suficiencia mientras admiraba por última vez el cuarto limpio y ordenando de Izuku.

Sacudió su cabeza de un lado a otro mientras pensaba en la mejor manera para pedir la ayuda de Izuku.

***

Los dos se apresuraron a comer y pronto se encontraban caminando en dirección del bosque que yacía a unos cuantos metros de distancia desde su casa, como unos cuarenta metros, más o menos.

Por cierto, ambos portaban un dogi de pelea que habían comprado hace ya algún tiempo. El de Goku era de un color naranja claro con una cinta de color azul oscuro alrededor de su cintura que dejaba caer los extremos, unas muñequeras del mismo color y unas zapatillas de combate de color negro con suelas blancas. Izuku, por el contrario, llevaba el color blanco en su parte superior mientras que su pantalón era de un color azul claro, también contaba con unas zapatillas negras, una cinta de color blanco amarrada en su cintura y unas muñequeras rojas.

Mientras caminaban iban hablando sobre lo que había pasado el día anterior así como parte de la conversación que tuvo Izuku con All Might.

- Ahora todo depende de mí y de mis esfuerzos para hacer mío este poder. - Su mirada centrada en su puño demostraba cuán determinado estaba Izuku para hacer lo correcto. Goku lo miró por el rabillo del ojo mientras caminaba.