Volumen 2: Exámenes. - Parte 1

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Narrador:

*<<Escuche con atención... la señorita Takagi Yuuki... se encuentra despierta.>>*

Tales palabras dichas por el médico encargado de su amiga aún no salían de la cabeza del joven Goku. Su respiración se volvía errante en signo de ansiedad. Un helado escalofrío surcaba su columna vertebral como si de su propia casa se tratara, mientras que pequeñas gotas de sudor caían desde su frente hasta llegar a su mejilla izquierda. Poco a poco una oscuridad profunda fue rodeando su entorno hasta finalmente cubrirlo por completo, quedando nada más que él en el centro. Al mismo tiempo que eso sucedía, múltiples recuerdos de su convivencia con la chica comenzaron a llegarle a la mente como una cascada sin freno aparente. El día en el que se conocieron. Las bromas que se hicieron el uno al otro. Aquella noche bajo la brillante luna llena. Aquel vergonzoso día que ella lo vió semi desnudo. Todos los recuerdos brillantes que tenía con ella fueron posicionándose uno tras otro en su mente hasta formar la bella imágen de una peli blanca sonriendo.

Mientras que eso ocurría, poco a poco el sentimiento de euforia comenzó a acentuarse en su cuerpo, en sus músculos, tejidos, huesos, venas, en cada parte de su ser. Sentía emoción. Adrenalina. Nerviosismo. Ansiedad. Pero sobre todo eso, sentía una clara sensación de felicidad.

Era ella. En verdad había sido ella. Se repetía una y otra vez mientras que un ardiente deseo de gritarlo al aire se profundizaba en su ser. En verdad había despertado. El médico lo había dicho, después de todo. Pero aún sabiendo eso. Aún teniéndolo muy presente.. Se sentía irreal. Sentía que en cualquier momento despertaría de un horrendo sueño ilusorio. Era un miedo y temor tan grande que por un momento comenzó a sentir los típicos síntomas que porta una persona paranoica. Sin embargo, salió de su estupor al escuchar múltiples pisadas y murmuros cerca de donde él estaba. Al darse cuenta de ello pudo ver como es que su mejor amigo yacía cerca de él mientras que las hermanas yacían a unos pocos metros de distancia. Al momento de querer darse la vuelta en su dirección para contarles lo sucedido, una gota de repente cayó en una de sus manos dejando una marca húmeda.

Viendo eso, optó por finalizar la llamada con el doctor con un simple toque de su teléfono, acto seguido procedió a guardarlo en una de las bolsas ocultas que portaba su traje de héroe y, una vez hecho eso, adoptó una postura más recta y firme. Poco a poco fue girando su cabeza y cuerpo en la misma dirección en la que estaban las Nakano y su mejor amigo. Una sonrisa algo torcida siempre en su rostro. Al momento en el que giró por completo, tanto Fuutarou como las hermanas Nakano abrieron sus ojos de par en par ante el asombro por la escena frente a ellos..

Goku estaba llorando.

No eran lágrimas de tristeza o dolor, eran más bien lágrimas de felicidad y emoción. Por lo que veían, esa llamada lo había conmovido hasta la médula. <<¿Goku..?.>> Preguntó el joven Uesugi con algo de vacilación mientras veía su rostro lloroso. Hacía algo de tiempo que no lo veía de tal manera pero aún así prefirió no decir ni una sola palabra más antes de comenzar a acercarse en su dirección. Las Nakano, mientras tanto, habían detenido su espectáculo de fuegos artificiales para ver de mejor manera los eventos presentes. A su vez, diferentes sentimientos y sensaciones se hacían presentes en cada una de ellas.

Ichika, por un lado, sentía un sentimiento de simpatía y conmoción por la expresión del joven frente a ella. En lugar de encontrar ridículo el hecho de que él estaba llorando, lo había encontrado conmovedor y de cierta manera lindo, puesto que eso significaba que le importaba bastante lo que había escuchado a través del teléfono, sabiendo eso no podía hacer otra cosa más que sonreír ante ello con sinceridad. Una sonrisa suave y comprensiva se dibujo en su rostro a medida que se acercaba al chico.

 Goku en Go-Toubun No Hanayome Donde viven las historias. Descúbrelo ahora