Lexa
Desperté envuelta en la tenue luz del amanecer que se filtraba a través de las cortinas entreabiertas. El calor residual de la presencia de Clarke aún se aferraba a las sábanas y a mi cuerpo, pero al extender mis extremidades, me encontré con un espacio vacío que no coincidía con la familiaridad reconfortante de su presencia. Mis ojos se abrieron de golpe, ansiosos por encontrar a Clarke a mi lado, pero en su lugar solo se revelaba la soledad palpable de las sábanas desordenadas.
"Clarke", murmuré su nombre, dejando que mi voz fluyera en la atmósfera aún adormilada de la habitación. Sin embargo, no hubo respuesta, solo un eco vacío que resonó en el silencio. Una extraña amalgama de confusión comenzó a tomar forma en mi interior mientras me incorporaba lentamente, tratando de despejar la niebla del sueño que aún se aferraba a mi mente.
La casa estaba en silencio mientras recorría los pasillos, llamando su nombre, pero solo mi propia voz me respondía. La cocina estaba desierta, la sala de estar, el baño.
Al llegar a la puerta principal, observé a través del cristal. La mañana estaba tranquila, pero Clarke no estaba por ninguna parte. La inquietud se convirtió en un nudo en mi estómago, y mi corazón latía con una urgencia creciente.
Fui a la cocina. El suelo estaba frío bajo mis pies descalzos, y allí, en medio del silencio, encontré el collar de Clarke, tirado en el suelo. La pieza delicada yacía abandonada, como si la hubieran arrancado de su cuello con fuerza.
Lo recogí con cuidado, una sensación extraña nublaba mis pensamientos. ¿Cómo había llegado ahí? La frialdad del metal en mi mano resonaba con una sensación de pérdida. Mi corazón latía más rápido mientras las preguntas se acumulaban, y la inquietud se apoderaba de mí.
Con el collar de Clarke en mi mano, corrí a toda prisa hacia la habitación de Raven. Golpeé la puerta con fuerza, con urgencia.
Lexa -Raven-, grité mientras seguía golpeando. La puerta se abrió bruscamente, y los ojos somnolientos de Raven me miraron con desconcierto.
Raven- ¿Qué haces ?- preguntó, frotándose los ojos.
Lexa- Clarke no está-, dije apresuradamente. -No está en la cama, ni en la casa y su collar... estába en el suelo de la cocina-
La expresión de Raven cambió de sueño a alerta en un instante. le enseñe el collar.
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El mar sigue cantando cuando pierde una ola
FanfictionEn las idílicas costas paradisíacas, Lexa disfrutaba de una vida perfecta con su familia. Sin embargo, el ataque de un tiburón cambia su existencia para siempre, llevándose la vida de su padre. Lexa se debate entre el dolor y la esperanza, encontra...