CAPÍTULO 4 (TORY)

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Tory

Dos semanas. Dos semanas desde que empecé la universidad es lo que me ha tomado para estar trepando por las paredes y comiéndome las uñas.

¿Qué me tiene así? El maldito proyecto que se supone tengo que entregar hoy, pero no he hecho, y es que ¿Cómo? Si después de aquel día que discutí con Bhiell, apenas lo he vuelto a ver más que de lejos.

Y a él parece no importarle tampoco porque ni siquiera se ha preocupado por si yo he hecho algo.

Hoy me voy sola ya que Hannah está enferma. Más tarde le mandaré un mensaje para saber cómo sigue. Pensaba ir a su casa, pero probablemente aún duerma, así que no he querido molestarla.

Llego a la universidad, y busco un lugar libre en el aparcamiento.

Bajo del coche y voy hacia mi primera clase.

Último turno de clase antes de almuerzo, camino a paso lento hacia mi última clase de la mañana, que por supuesto es la última de la que quiero saber hoy.

Ojalá pudiera alargar la llegada de esta para evitar la vergüenza que va a darme el decirle a la profesora que no hice el proyecto.

Me adentro en el aula y saludo a algunos de mis compañeros que ya se encuentran sentados en sus respectivos puestos. Me dirijo hacia el mío y noto que el asiento de atrás está vacío.

Pocos minutos después, la profesora entra en el aula con una enorme sonrisa. La escucho mientras informa que la clase de hoy será únicamente para la revisión y exposición de los trabajos y da la opción de entregar y exponer según nos convenga a nosotros. Pero eso no hace que se disipen mis nervios.

El último dúo está terminando de explicar el resultado de su trabajo. Y yo ya estoy que no quepo en mí misma, el corazón me va a mil y las manos me sudan. Ya hace rato di por hecho que Bhiell no va a venir y que me va a tocar dar la cara sola. No estoy preparada para esto.

Julio y Jeremy culminan su exposición y la clase los recibe con un aplauso. La profesora revisa en su lista los nombres de los faltantes, y antes de que pueda llamarme me paro y con pasos temblorosos me acerco a ella.

Bajo la vista con vergüenza.

-Profesora, nosotros…- No puedo terminar la oración, porque la puerta del salón se abre y entra un acalorado Bhiell que se acerca a la mesa con decisión.

-Disculpe que interrumpa así la clase profesora Malec, también sé que llego tarde. Nosotros no hemos podido terminar nuestro proyecto, ha sido mi culpa. Tengo a- hace una pausa antes de continuar- a alguien enfermo, y he tenido que ausentarme unas cuantas veces esta semana, por lo que apenas he podido quedar con Tory para llevar a cabo nuestro trabajo. Lo sentimos mucho- me mira de reojo antes de centrar su vista en la profe.

Lo miro incrédula sin saber qué decir, porque no creo que diga mentiras sobre lo de ausentarse, pero no es que no hemos podido terminar el proyecto, es que ni siquiera lo hemos empezado.

-Sé que está mal que se lo pidamos, pero ¿sería posible que nos dé unos días más? - pregunta

Observo a la profesora con duda. Dios, como no nos dé esos días, será un cero que bajará bastante mi promedio en esta asignatura.

Ella suspira y nos mira amable pero exigente

-Les otorgaré tres días más. Pero tendréis que cumplir con un castigo durante toda la tarde de hoy. Ya que sería injusto con sus compañeros que ustedes tuviesen privilegios. Hablaré con el entrenador y él decidirá en que hace falta que ayuden. ¿Entendido?

-Entendido- Contestamos al unísono.

Suena el timbre por lo que recojo mis cosas y salgo del aula. Fuera me espera Bhiell. Lo miro con mala cara y sigo andando.

Cada estrella de tus ojos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora