Tory
Me encuentro en mi cuarto terminado los últimos retoques de los vestidos que le prometí a mi hermanita, cuando tocan la puerta del mismo.
-Pasa- digo alto Mi princesa entra corriendo hacia donde me encuentro sentada y se sienta sobre mí para darme un abrazo y observar sus vestidos.
-Tata, ¡son súper guais! ¿Ya me los puedo probar? -Bueno- termino de hacer un pequeño nudo con el hilo al último botón, antes de continuar- Ya puedes- Le tiendo sus vestidos y comienza a ponerse el primer por encima de la ropa.
Es morado con mangas que caen en la parte baja de los hombros, ajustado en la cintura, que termina en una falda hecha con pedazos de tul blanco y morado con brillo, haciendo un aspecto de tela rasgada con ambos colores, llegando hasta las rodillas.
Da una vuelta sobre sí misma y sonríe de la forma más hermosa que solo ella puede tener.
Busco en uno de los cajones de mi mesa de estudio y saco algo que compré en un chino cuando volvía de la escuela.
-Tengo algo más para ti- digo y me mira con curiosidad
Me acerco a Effie, y le pongo una pequeña corona plateada con perlas, que viene acompañada de un cintillo que rodea su cabecita, haciendo que la corona se mantenga en su sitio.
Nos volteamos hacia el enorme espejo de cuerpo entero que queda justo frente a mi cama, y nos observamos. La sonrisa de mi hermana se hace aún más grande y la mía aún más orgullosa.
Effie tira un poco de mí para que me agache y cuando lo hago se abraza a mi cuello y yo rodeo su menudo y delgado cuerpecito.
-Eres la mejor hermana del mundo- mis ojos se humedecen con sus palabras, así que la abrazo más fuerte.
-Eso es porque tú eres mi princesa, la niña más hermosa, y a la que más quiero con todo mi corazón.
-Te quiero mucho tata- Nos separamos un poco y beso su frente
Cojo mi teléfono y nos tomo algunas fotos juntas. Hago algunas de ella sola con ambos vestidos, antes de que se marche feliz a enseñárselos a mamá.
Elijo la que más me gusta de nosotras juntas, que es una en la que ella sonríe con una mano alrededor de mi cuello mirando a la cámara, mientras yo beso con los ojos cerrados sus rosáceas mejillas, para mañana sacarla y enmarcarla.
Ya es poco más de las diez de la noche cuando tiro del edredón de mi cama para acostarme. Pongo mi teléfono a cargar justo a mi lado antes de apagar la luz de la mesita. Giro un poco en mi cama buscando la posición perfecta, pero al encontrarla escucho la llegada de un mensaje por lo que extiendo la mano hacia mi celular algo cabreada, quitándole el cargador y entrando a WhatsApp para ver de quien se trata.
Es un número que no tengo registrado.
Entro en el chat.
Desconocido:
Ey enana, espero que hoy mientras duermes sueñes conmigo, Con burla, el imbécil guapo. Bhiell tenía que ser.
Pensé que no me timbraría ni escribiría para que registrara su número. Pero ya veo que me equivoqué. Guardo su número y cuando lo hago me sale su foto de perfil. Sale muy guapo en ella. Sin camisa, mostrando unos perfectos abdominales, y esa hermosa piel bronceada, con unos sencillos pantalones deportivos negros a media cadera, dejando ver el elástico blanco de sus calzones; despeinado, y una hermosa y relajada sonrisa adornando sus carnosos labios y despreocupada expresión.Dejo de observar su foto cuando me doy cuenta de que aún no he contestado
Tory:
Me pregunto por qué quieres que en vez de sueños tenga pesadillas Envío el mensaje y me sale al instante que lo ha visto. No tarda mucho en salir el escribiendo en la parte superior del chat.
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Cada estrella de tus ojos
Teen FictionNo puedo seguir engañándome así, fingiendo que no te miro, mientras siento las mismas mariposas que aquel día; que no se me contagia tu sonrisa, cuando en realidad solo intento ocultar la mía. No puedo seguir forzándome a creer que no siento nada, c...