CAPÍTULO 32 (TORY)

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Tory

Poco más de dos semanas desde que terminaron las vacaciones de navidad y empezó la universidad y ya me estoy volviendo loca. Es un trabajo tras otro y ya no sé ni por dónde empezar.

Estoy en mi habitación dándome cabezazos contra mi mesita de estudio, literalmente, porque no me entra nada del examen de mañana

Miro la hora en mi teléfono aunque ya la he mirado más de veinte veces en los últimos cinco minutos y ya sé que son las cinco de la tarde. Pero esta vez recaigo en la fecha en que estamos, 21 de enero, doy un brinco en la silla y me para al instante. Corro hacia mi armario y busco algo presentable para salir a la calle y me visto en un dos por tres antes de correr a la casa de Hannah cogiendo mis llaves y mi teléfono.

Toco la puerta de la casa de Hannah y saludo a su madre con prisas cuando me abre y subo las escaleras directo a la habitación de mi mejor amiga. Entro sin tocar y la muy descarada está tirada en su cama con un pullover súper pequeño y unas bragas, roncando como una cerda.

-¡Hannah!- Grito con desesperación para que se levante y da un bote en la cama

-¿Qué, qué? ¿Dónde estoy? - Mira hacia todo lados sin ubicarse hasta que repara en mí y frunce el ceño

-¿Qué? - Contesta de mala gana, y no le recrimino porque yo acabada de levantar y más de la forma en que la he despertado yo, sería aún peor.

-Tía, necesito que nos vayamos de compras urgentemente. En tres días es el cumpleaños de Bhiell y no tengo nada para él. Quiero hacerle algo bonito y para ello necesito materiales y ya de paso comprarle alguna cosa también- Hannah me mira sin mover ni una pestaña como si se hubiera quedado en el limbo.

Da miedo

-¡Hannah! - Grito de nuevo y se sacude saliendo del trance, para levantarse

-Que sepas que no diré nada sobre la forma en que me has despertado y sobre el simple hecho de que me has despertado, solo porque vamos de compras y con esto quiero decir que yo también haré compras y tendrás que aguantarte- Pienso en refunfuñar, porque las compras con Hannah pueden durar más de cinco horas, pero esta me mira y me atengo de comentar nada

Pocos minutos después nos encontramos recorriendo tiendas de materiales artístico y bisutería

Tengo una idea más o menos de que quiero hacerle así que busco los materiales que me harán falta y compro algunas otras cosas que también llaman mi atención por si se me ocurre algo con ellas .

Las compras con Hannah no tardan menos de lo que yo esperaba, tres horas recorriendo tiendas para que al final comprara un conjunto deportivo y un suéter.

Estoy ansiosa por ver a Bhiell mañana y que nos reunamos con nuestros amigos. Apuesto que ya tienen algún plan para su cumple.

****
Escucho sonar la campana por fin, la mañana se me ha hecho tediosa y aburrida con tanta clase. Salgo al pasillo hasta las taquillas y dejo mi mochila en la mía antes de caminar hacia el comedor.

Siento que alguien me toma de la mano y me jala por lo que apenas tengo tiempo a reaccionar cuando nos encierra en una habitación minúscula y oscura.

Mi corazón se ha acelerado por el susto, y pese a reconocer el olor de Bhiell y saber que es él, tarda un tiempo en volver a su ritmo cotidiano.

Busco en la pared el interruptor y enciendo un bombillo que poca luz aporta pero al menos ya puedo ver el rostro de mi secuestrador.

-Bhiell ¿qué coño haces? - Este sonríe y me arrincona, más de lo que ya estoy por el reducido espacio.

Cada estrella de tus ojos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora