CAPÍTULO 8 (TORY)

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Tory

Observo la casa que nos espera. Es de ladrillos rojos, un porche con sillones de madera, bonitos ventanales pintados de blanco, el jardín delantero es pequeño, y está algo descuidado, pero aun así la casa tiene un exterior sencillo y hermoso.

Sigo a Bhiell cuando se adentra en la casa, y miro a mi alrededor con disimulo. La cocina a la izquierda, con una bonita isla en medio, y a mi derecha la sala, en la que por lo que veo hay una cómoda bastante bonita de madera, llena de fotografías.

Hay muchas de ellas, de hecho, no solo en la cómoda, sino también en las paredes, me fijo en las más cercanas que hay, y veo a dos personas abrazadas. Una mujer y un hombre de unos sesenta y pico ambos como mucho, me atrevería a decir. Sonríen ampliamente y se les ve muy felices. La que se encuentra a su lado parece ser un Bhiell más pequeño, igual de guapo e impresionante. Pero su mirada es diferente, más… cómo decirlo, más inocente, más de niño, eso es. Parece calmado en esa foto, no hay ese sin fin de emociones, esa tormenta que a veces se avista en sus ojos.

Creo que estoy viendo demasiado en una simple foto, o en él.

- ¡Papá! - Giro mi cabeza a la vez que mis ojos se abren de par en par al escuchar la infantil voz, justo a tiempo para ver como un pequeño niño salta a los brazos de Bhiell con energía y alegría.

Es bastante menudito. Pelinegro, ojos verdes, grandes y expresivos. Y una sonrisa preciosa, inocente y sincera.

Mira a Bhiell mientras rodea el cuello de este con sus bracitos, con absoluta adoración.

¡Bhiell tiene un hijo! ¡Dios! ¡Un hijo!

-Tory- le escucho llamarme

Frunzo el ceño con cara de no entender nada y miro a Bhiell, que me observa de una forma extraña, muy serio también, ya de paso. Todo lo contrario que el pequeño que lo hace con curiosidad.

- ¿Eh? - A veces me pregunto si soy estúpida.

-Te presento a Hope.

-Oh sí, mierda- llevo la mano a mi boca y abro un poco más los ojos por haber dicho "mierda" en presencia de un niño pequeño- Joder- vuelvo a callarme por la palabrota y carraspeo- Lo siento- Muevo un poco la cabeza para desprenderme de mi estupidez y me acerco a ellos.

Tiendo mi mano hacia el niño y hablo con una enorme sonrisa en mis labios, mirándolo fijamente.

-Hola Hope, me llamo Tory y estoy encantada de conocerte- El pequeño sonríe tímido estrechando su manita con la mía

No le hablo cambiando la voz como normalmente las personas hacen cuando hablan con los más pequeños. Mi hermana odiaba que le hablaran así cuando tenía la edad que más menos le calculo a este precioso niño.

- ¿Puedo decirte algo? - Le pregunto sin dejar de mirarlo y él asiente antes de mirar por unos segundos a su papá que no nos quita el ojo, y me observa con desconfianza.

-Eres un niño muy guapo, te pareces muchísimo a tu papá, pero dime, ¿eres así tontito como él? - Miro de reojo hacia Bhiell y veo como intenta ocultar una sonrisa, aunque no puede evitar que una de las comisuras de sus labios se alce.

Su hijo, en cambio, sonríe ampliamente.

-No, yo soy muy listo, papá siempre me lo dice- Responde con orgullo

-Oh, pues sí, preces un niño muy listo- Sonrío

-Hope, ¿dónde están tus abuelos? - esta vez es Bhiell quien se dirige a su hijo

-La abuela está en el jardín de atrás, y el abuelo tuvo que salir.

-Vale. ¿Y se puede saber qué haces tú aquí en la cocina entonces? ¿No estabas enfermo? - Hope pone cara de fingida inocencia.

Cada estrella de tus ojos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora