Cada estrella de tus ojos

CAPÍTULO 35 (BHIELL)

Bhiell

Salí del baño minutos después y le busqué ropa a Tory sin que nadie se diera cuenta. Bajé a la primera planta y cuando me preguntaron por ella simplemente dije que se había metido a bañar. Parece que nadie se dio cuenta de lo sucedido.

O eso creía hasta que hace un rato me he sentado en uno de los sofás de la sala y Hannah me ha estado mirando desde entonces con los ojos entrecerrados. Da un poco de miedo la verdad.

Trato de ignorarla todo lo que puedo pero es difícil no sentir la mirada de una persona ahí atosigándote.

¿Por qué coño no acaba de bajar Tory? Joder.

Pensando en ello siento sus pasos en la escalera y al instante la veo bajar. Mis ojos deben gritarle mi desesperación porque me frunce el ceño con diversión y confusión a la vez.

-¿Todo bien? - Pregunta nada más acercarse a mí y sentarse a mi lado.

Niego con la cabeza y me acerco un poco a ella para hablarle bajito mientras nuestros amigos conversan y Hannah me sigue observando como psicópata

-Tu mejor amiga creo que quiere asesinarme, lleva más de cinco minutos mirándome como si fuera lo peor- Tory mira hacia Hannah con duda y se ríe de la cara que esta tiene- No te rías cabrona, que da miedo- Protesto y la enana me sonríe

-Es solo Hannah siendo Hannah. Tengo que hablar con ella. Creo que bueno... sabe más de lo que pretendíamos- Miro hacia la de la mirada asesina.

Tiene sentido que sepa algo.

-Vale, habla con ella. Solo... que no me mate mientras duermo ¿Vale? - Vuelve a reírse haciéndome sonreír y relajarme a mí.

-Tranquilo no te matará mientras duermes- calla un momento y piensa en algo- pero no la provoques, porque quizás ya no se conforme con solo matarte- La miro fingiendo horror y reímos.

Casi son las doce y los chicos no me han dejado irme a la cama.

Dashton se para y Hannah le sigue hasta la cocina. Cuando regresan traen un pastel precioso entre sus manos y mis ojos se abren como platos.

Comienzan a cantar Feliz cumpleaños y los demás les acompañan.

Tory a mi lado aplaude con energía nada más acabar la canción y no puedo evitar sonreír, por más que odio que me canten el Feliz cumpleaños.

-Sopla las velas gilipollas- Me exige mi mejor amigo y pongo los ojos en blanco antes de soplar.

-¡¡¡Bravo!!! - Gritan todos y Tory se acerca un poco a mi oído

-¿Has pedido un deseo? - Me pregunta en un tierno susurro

La miro a los ojos antes de contestar, mientras de reojo noto que Hannah se encarga de cortar el pastel

-Ya no es necesario, mi deseo se cumplió sin siquiera haberlo pedido- Tory enarca las cejas

-¿Y cuál es ese deseo? - Sonrío

-Quizás algún día te lo diga - Se enfurruña, pero cuando le doy el primer trozo de la torta de chocolate su mirada se ilumina.