CAPÍTULO 23 (TORY)

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Troy

No sé quién es el chico que me toma por las caderas, pero no me parece feo ni está intentando meterme mano así que le acepto la propuesta silenciosa de un baile. Pego más mi espalda a su pecho mientras nos movemos al ritmo de la música. Baila bien.

Observo a mis amigas bailotear alrededor de Oli que se lo disfruta y no duda en tirarse para el suelo. Todo un espectáculo, de los buenos, porque ese chico sí que sabe menear el culo.

Siento que el muchacho que bailaba conmigo deja de agarrarme y se aleja repentinamente.

Todavía no acaba la canción. ¿Qué ha pasado?

Me volteo y veo a un Bhiell serio ojeándolo con los puños cerrados a sus costados y mirada amenazante mientras le dice algo que no logro oír por el volumen tan alto de la música. El chico traga saliva fuerte antes de alejarse.

Frunzo el ceño y miro a Bhiell enfada cuando se me acerca.

- ¿Qué mierda te pasa Bhiell? ¿Qué le has dicho? - La expresión de este sigue siendo seria solo que se le ve un poco más relajado.

-Da igual, enana- Su respuesta me jode bastante.

-No, no da igual. ¿Quién te crees para apartar a ese chico de esa manera? - Resopla- Contéstame Bhiell. No tienes ningún derecho a venir y alejar a un chico con el que estaba bailando porque... ¿Por qué? ¿Porque se te pega la puta gana? Si no me quieres en tu vida deja de meterte en...

-Baila conmigo- Me interrumpe y callo desconcertada.

- ¿Qué? - Pregunto y relaja los hombros.

-Baila conmigo. Perdón por lo de ese chico, sé que está mal. Es solo que quiero que bailes conmigo.

- ¿No se supone que no bailas?

-Si es contigo, sí.

-Pero Bhiell...

-Por favor- Vuelve a interrumpirme y reparo en la forma en que me mira.

Sus ojos parecen cansados, pero no del cansancio físico, sino del agotamiento mental, como cuando te cansas de fingir, de pensar tanto; ese tipo de cansancio.

Termino por convencerme y acepto su mano cuando empieza una nueva canción.

Es una bachata, de Prince Royce. No tardo en reconocer la canción; es "'Hecha para mí".

No dudo en acercarme más a Bhiell haciendo que nuestros cuerpos se rocen, quedando frente a frente.

Unimos nuestras manos y comenzamos a bailar lentamente con pasos sencillos, algo pegados, haciendo que nuestros cuerpos reciban toques del otro y añoren más contacto.

Cuando llega la parte del coro comenzamos a balancearnos hacia los lados haciendo el paso básico de bachata.

Bhiell me aleja y me da una vuelta antes de hacerme quedar de espalda a él pegando nuestros cuerpos, dejando que su entrepierna quede justo en mi trasero gracias a los tacones que llevo.

Coloca sus manos en mis caderas y yo pongo las mías sobre las suyas antes de mecernos nuevamente. Muevo mi trasero contra él, sintiendo su dureza.

Vuelvo a girar y su cuerpo se siente más cercano cuando coloca una pierna entre las mías y nos hace movernos el uno hacia el otro.

Me contoneo un poco hacia abajo llevando mis manos a su pecho y bajándolas poco a poco sin dejar de mirarlo.

Siento un calor incontrolable dentro de mí, que muere, o más bien, se acuna, entre mis piernas. Y ver como se relame y me mira de esa forma tan penetrante haciendo que sus ojos se vean más oscuros y sus pupilas se dilaten, hace que me sienta como gelatina. Estoy temblando y no es de frío.

Cada estrella de tus ojos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora