CAPÍTULO 58 (TORY)

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Tory

Soplo hacia arriba para intentar quitarme un mechón que me cae en medio de la cara y me está molestando.

Resoplo cuando segundos después vuelve a caer, y me levanto del suelo de mi estudio para acercarme a uno de los cajones y buscar alguna goma para el pelo, no tardo en encontar una y hacerme una coleta rápido y volver al suelo para seguir marcando sobre la tela con los moldes que me he hecho, para poder cortar y empezar a coser.

Ya terminé ayer mi último examen, por fin, y tengo una semana y tres días para poder terminar mis diseños y presentarlos. Estoy de los nervios, no sé cómo mis amigos me aguantan en estas condiciones, entre que me cabreo y grito a diestro y siniestro, o me pongo a llorar, los estoy volviendo locos, mucho tienen que quererme para seguir a mi lado. De hecho deben estar por llegar.

Miro el reloj que hay en la pared para confirmar que estoy en lo cierto.

No tardo en escuchar el timbre, por lo que me levanto y con una pequeña sonrisa abro la puerta de la casa, dejándoles pasar.

Oli y Alice me abrazan y se adentran con unas bolsas en dirección a la concina, discutiendo sobre algo a lo que ni le doy importancia, esos dos siempre están como perro y gato pero no pueden estar separados ni un día.

Hannah entra detrás de ellos poniendo los ojos en blanco antes de mirarme y dedicarme una pequeña sonrisa y agarrar una de mis manos

-¿Cómo estás? - Su pregunta no me toma por sorpresa.

Es de las pocas personas que ahora mismo no teme preguntarme eso desde que estoy un poco más alegre

-Ahí voy, poco a poco Han, pero las terapias realmente me están ayudando- Mi mejor amiga asiente y cierra tras de sí antes de ir hacia donde los chicos

Empecé a ir con mi mamá a terapia y he de admitir que es más difícil de lo que pensé, pero cada vez que salgo de una de las secciones siento que voy soltando una piedrita, el peso disminuye. Es liberador

Veo la comida que los chicos trajeron sobre la encimera, nada más entrar en la cocina

-Joder pero ¿a cuántas personas pensáis alimentar? - No puedo evitar sorprenderme, ya que es demasiada comida, en serio

-Pues teniendo a Oliver toda esta comido no durará ni tres horas- Dice Alice mientras se encoge de hombros

Oliver imita su gente

-Es cierto, lo siento chicas pero este cuerpecito necesita comida para sobrevivir, si como como camionero o barril sin fondo es porque quemo demasiadas calorías

-¡Venga ya! Pero si no vas al gimnasio. ¿En qué quemas tú calorías?- Pregunta Hannah y Oliver hace boquita de pato mientras arquea las cejas en dirección a la misma, dedicándole una mira cómplice

Hannah abre la boca con disgusto

-Oliver, joder, no quería saber eso- Exclama y el aludido se encoge de hombros haciéndose el digno

-Yo no he dicho nada, a saber tú que interpretaste, descarada.

Me río y niego con la cabeza

-Venga chicos, comamos rápido que hay mucho por hacer aún.

Ellos asienten ante mis palabras y media hora después estamos dentro de mi estudio. Oliver y Alice van copiando los patrones sobre la tela mientras Hannah corta los que ya están terminados y yo voy haciendo pruebas sobre los maniquíes y formando poco a poco los diseños con alfileres. Ya tengo tres armados por lo que termino con el cuarto y con cuidado de no pincharme y desarmar el primero de mis diseños, lo quito del maniquí para llevarlo a mi máquina de coser. Esta parte me gusta pero logra frustrarme muy de vez en cuando también.

Cada estrella de tus ojos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora