CAPÍTULO 37 (TORY)

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Tory

Miro el pizarrón y sinceramente no sé qué mierda estoy viendo.

Me senté en una de las últimas filas porque no me siento bien desde ayer lunes. El fin de semana fue genial pero desde que desperté ayer me sentía rara. Y hoy me siento peor. Me duele el cuerpo y tengo mareos, hasta el punto de que se me pone borrosa la vista. Debería irme para mi casa pero no me quiero perder mi clase favorita. Hoy la profesora hablará del proyecto final.

Estoy emocionada.

Vuelvo a prestar atención a clase, o eso intento porque nada más mirar hacia el pizarrón me mareo e intento sostenerme de algo.

Un compañero que está a mi lado me sostiene por el brazo.

- ¿Estás bien Tory? ¿Te sientes bien? Tienes la cara pálida y estás fría- Asiento, pero me palpita la sien nada más hacerlo.

-Creo que saldré a tomar el aire. Estoy un poco mareada- Digo bajito y mi compañero me mira.

-Vale. ¿Necesitas ayuda? ¿Quieres que te acompañe? - Niego y vuelvo a marearme

-No no, descuida, sigue tú atendiendo a clase. Si no te molesta ¿podrías dejarme los apuntes después? - Pregunto a lo que él asiente

-Por supuesto- Dice y un amago de sonrisa se dibuja en mis labios

-Vale. Gracias Pablo- Quita importancia a mi agradecimiento con su mano y me alcanza mis cosas para poder salir de clase.

Camino fuera del aula y la luz que hay vuelve a marearme por lo que intento quedarme quieta mientras la cabeza me da vueltas.

Busco mi teléfono en mi mochila y marco el número de Hannah

Al tercer tono me responde

-¿Tory? ¿Estás bien? ¿Ha pasado algo? - Noto la preocupación en su voz, y es normal ya que no nos llamamos estando ambas en la uni porque podríamos interrumpir alguna clase.

- Me siento mal, no sé, me pesa el cuerpo y la cabeza y me mareo con facilidad. Creo que debo de irme para mi casa, pero me da miedo manejar con estos mareos. Sé que estás en clase, pero por favor, ¿podrías llevarme tú? No quiero hacerte perder una clase Han y sabes que no te pediría esto si no me sintiera realmente mal.

-Lo sé cariño. Y no seas tonta, por supuesto que te llevo yo. Espérame en el aparcamiento- Voy hacia nuestro punto de encuentro y me siento en un murito a la sombra, con el rostro escondido en las manos.

Respiro lentamente hasta que siento que alguien se acerca

Alzo la cabeza esperando ver a Hannah pero no es ella quien me recibe

-¿Bhiell? Que haces aquí? Y Hannah? - Pregunto con duda

-Me ha llamado para que te llevara a casa porque le pusieron un examen sorpresa. Estaba disgustada por no poder llevarte. ¿Estás mejor?

-Mmm...no, la verdad es que me siento peor. Y lamento molestarte haciendo que me lleves a casa. Si tienes algo importante en clase ve sin problemas, de verdad, no pasa nada- Digo y Bhiell niega con la cabeza.

Me da un latigazo en el abdomen bajo que me hace agacharme y solar un gemido de dolor.

Creo que me empiezo a hacer una idea de lo que me está pasando.

Bhiell se agacha con una mueca de preocupación en su cara.

-Pequeña, dame tus manos. Venga, te ayudo. Es mejor que te lleve a casa de inmediato. Aunque podemos pasar por el hospital antes, creo que sería lo mejor para que te revisen y...

Cada estrella de tus ojos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora